domingo, 26 de diciembre de 2021

Franqueza

Se besaron en la boca
porque se aman.
Punto de vista:
tenés cinco años
y todavía no te vendieron
que cualquier expresión
es intensidad desmedida;
y todavía no te impusieron
que el amor se complica
cuando no se calla;
y todavía no te dijeron
que hasta lo evidente
es mejor como secreto.
Nos besamos en la boca
porque nos amamos.
Punto de vista:
tenés veinticinco años,
pero ignoraste a la adulta
para poder confesar.

lunes, 20 de diciembre de 2021

De una ocasión o ninguna

No hay segunda vez.
Dejé inconclusa la promesa
del teelijoavos con el cuerpo
y se quebró sin remedio.

No hay segunda vez.
Hay roturas que son así
irreversibles y únicas
de una ocasión o ninguna.

No hay segunda vez.
Quiero decir: no hay
segunda vez que pueda
revertirse en primera.

Dejé inconclusa la promesa.
Era permeable y frágil y chiquita
y el teelijoavos cambia de nombre
como también cambia de cama.

martes, 14 de diciembre de 2021

Gusto de vos

Gusto de vos
y miopemente espío
cómo habitás
tus sillas y sillón
o los asientos pasajeros
o mis suertudos brazos

Gusto de vos
y ese complemento régimen
te elige todos los días
aunque la contranorma
me diga que es muy hetero
o que es muy monoamoroso
de mi parte

Gusto de vos
y los suspiros frecuentes
me aplastan el esternón
porque me pasan cosas
que exceden el molde
bordado de imperativo
pero siempre deshilachado

Gusto de vos
soy sujeta gustante
de tus frases y tus fases
y de la faz de tu tierra
que camino gustando:
gerundio es amor

Transición

Transo
Transito
Transpiro
Transparento
Transacciono

No tras
ni trasmano
ni traspapelándome
sino transmutando

¿En qué momento
la norma vio más lógico
imponer la cisterna?

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Escuchame más

Escuchame con los ojos.
Estoy diciendo que te quiero
con la boca cerrada
mientras te acaricio los dedos.
Estoy diciendo que te quiero
con la garganta callada
mientras me río en tu sillón.
Estoy diciendo que te quiero
con la lengua ocupada
mientras nos enredan los besos.

Escuchame con los ojos.
Que me quede esta noche
que me hayas visto llorar
significa que te quiero.
Que me peine un poco a veces
que te narre una escena de El túnel
significa que te quiero.
Que sueñe en tu almohada
que sepas la velocidad de mis latidos
significa más.

Escuchame con los ojos
porque las palabras las repito
y no se gastan todavía
pero suenan menos
y merecés todo el volumen
de mi cuerpo y de mis actos
y además significa más.

martes, 23 de noviembre de 2021

Ceda el paso

Las invitaciones suelen decirnos
que seamos nosotres quienes se corran
del camino y de la escena
de la foto y de la voz
de los nombres y de la existencia
Las señales viales
no sin querer se parecen
a las señales vitales
que nos invitan solamente
al silencio
a las escondidas
al amargo trago
de estar deseando
no tener que abrir
las puertas que nos cerraron en la cara
y que dejaron sin llave
porque el candado es el miedo
No quiero ceder el paso
ni sedar mis pasos
para que el camino siga igual
al costado de nosotres
o como un montón de tierra en polvo
que se nos mete en las miradas
y nos deja andando a ciegas
hasta chocar miles de veces
Vos tampoco sedes tus pasos
-te hago la contrainvitación-
para ceder el paso

domingo, 21 de noviembre de 2021

De mí, demi

Te miro desnude
y no me estoy acostando con vos
en las imágenes calladas
de mi cabeza fantasiosa

Te miro, no dijiste nada
y no estoy averiguando quién sos
mediante ese cuerpo visible
naturalmente vacío de palabras

Te miro más
y me voy dando cuenta de repente
de que mis ansias piden tus verbos
y necesitan también quererte

Entonces sí:
te invito a esta cama complicada
que te desea y te reclama
abiertos, sábanas o muslos
para acabarnos ardernos amantarnos
de amor

Mara

Gracias por los brazos abiertos
y el hogar que significan las charlas
sobre el Diego o la poesía

Gracias por las puertas cerradas
y las invitaciones a tus espacios
de ríos y escenarios y risas

Gracias por ser espectadora
y también por darme el show
para mi feliz butaca de amiga

No soy hetero

Todos mis nombres fluyen
y esta negación
en cambio es constante:
no soy hetero
Me gusta un varón
sí, me gusta un varón
pero la verdadera pregunta
es desde qué lugar
Expreso que soy mujer
y lo explico mucho
desde estereotipos que no me creo:
la comodidad del cuerpo
la euforia de la identidad
las dudas que no tuve
(o que tuve y respondí)
Pero sé que también hoy
tengo las piernas peludas
y ustedes dicen que eso es de varón
tengo gestos bruscos
y ustedes dicen que eso es de varón
tengo formas de defenderme
y ustedes dicen que eso es de varón
A veces no quiero decir tantas cosas
porque mañana sobrará media palabra
y sin embargo no van a ser bastantes
porque cada ficción de ser
es una ficción muy personal
A veces no quiero decir tantas cosas
pero pienso que la media palabra que quede
va a decir que no soy hetero
y que mañana tampoco lo seré
A veces no quiero decir tantas cosas
porque los besos que doy
me dicen todo y jamás sobran

martes, 16 de noviembre de 2021

Promedio

No existe el arte promedio, pero sí existe una actitud promedio hacia el arte.
No sé si sé explicarla. En general, la gente parece indiferente al arte, pero no lo es. Incluso podría afirmar que la mayoría produce arte sin objetivos masivos.
Muchas personas cantan, por ejemplo, y no quieren ser cantantes. O bailan. O hacen reír. Ustedes me entienden.
La mayoría no piensa en la trascendencia o en la posteridad, no concibe el arte como un vehículo para alcanzar esas instancias.
Eso me pasa a mí. Escribo poemas porque me gusta pensar en palabras y usarlas y desusarlas para verbalizar, para exteriorizar las conexiones y desconexiones que entablo y desentablo con las experiencias vitales.
Siento fascinación por la gran oportunidad de compartir que es el lenguaje, por la posibilidad de alterar sentidos y buscar nuevos, por la chance de camuflar mi imagen detrás de un disfraz de versos.
No persigo otros motivos. Creyéndome artista no me planteo mi arte como el eslabón fundamental de la poesía contemporánea. No sé hacer eso.
Creyéndome artista tengo una relación muy promedio con mi arte. Lo produzco y, claro, quiero que me lean o escuchen. Pero nada más.
No me frustro porque no me estoy exigiendo el destino artístico del prestigio.
Entonces, mi arte y yo siempre nos estamos llevando bien.

domingo, 14 de noviembre de 2021

A solas

Cuando las dudas tenían tu nombre
pensaba y me asustaba y suponía:
Tenemos que gustarnos a solas

Las palabras eran más grandes
que mis labios y mis decepciones
así que las escondí en ese julio

Pero octubre me encontró sola
con lágrimas muy secas y escasas
sentada en la silla al lado de tu silla

Volqué Fernet porque me intimidó
que te hubieras dado cuenta de mí
de mí estando tan sola y mirándote

Pediste perdón y dije: Te calmás
Pero quise decir: No pidas perdón.
Mirame más, vení a buscar tu sí

Tu sí quería dormir en tu cama
pero alzaste el escudo de la broma
y me volqué dudas en la remera

Dormí a solas, dormiste a solas
y mis ganas te tocaron la puerta
muy suaves, demasiado tímidas

La mañana me hizo indescifrable
y te dije las intenciones a medias
sin traer a octubre las palabras

Por suerte estamos en noviembre
y ya no vuelco Fernet en la mesa
porque pude decirte de mí mirándote

Por suerte no estoy volcando Fernet
y en cambio estamos volcando besos
porque las ganas cruzaron la puerta

Ya no decís que es broma ni te calmás
tampoco pedís perdón por acercarte:
sí, teníamos que gustarnos a solas

Fue también la última vez

La primera vez que cantamos juntos a susurros
fue también la última vez

Nos tiramos en la cama
creyendo en repeticiones
que nunca iban a suceder

La primera vez que perdimos el día amándonos
fue también la última vez

El rayo de sol nos perseguía
y me veías hermosa y bien
entre manos que ahora sueltan

La primera vez que lloré hasta besarnos mucho
fue también la última vez

Ojalá hubiera dicho que no
que tu abrazo no ayudaría
que prefería llorar a solas

La primera vez que desnudé un honesto teamo
fue también la última vez

Nunca más elegiste decir
que tenía encanto de gitana
y que era fácil de querer

La primera vez que supusimos aquel hechizo
fue también la última vez

martes, 2 de noviembre de 2021

El paraguas

Yo soy el paraguas
-quien para el agua
o para cuando arriba
disparan el agua-
Voy a la intemperie
-mi intemperie
es una tela permeable
cuando camino la calle
y garúa finito-
deteniendo el agua
amortiguando la gota
que mataría a una hormiga

domingo, 31 de octubre de 2021

La frontera

Es una tenebrosa frontera más:
mi involuntario cuerpo con tetas
residencia voluptuosa de útero
es una zona infinita de guerras

En sutiles vejaciones y ultrajes
devienen esas guerras simbólicas
cuando mis piernas están sitiadas
por la lampiña orden canónica

Me juzgan siempre por metraje:
pocos metros de tela piden daga
muchos centímetros de cintura
piden, en cambio, varias tajadas

Altura, dicen que me falta altura
carne, dicen que me sobran carne
belleza, dicen que me falta belleza
y sumisión y objetivos de madre

Esta frontera rebelde está cansada:
cansada igual se planta y velluda
cansada igual se queda y sangrante
cansada igual se quiebra y se junta

Mañana tengo ganas

Mañana tengo ganas
de que me beses la boca
con los ojos ansiosos

Mirar con deseo desbordante
todo el cuerpo, todo el gesto
también vale como besarse

Mañana tengo ganas
de que me beses la boca
con los dedos ansiosos

Tantear el terreno rosado
tentar la posibilidad sincera
también vale como besarse

Mañana tengo ganas
de que me beses la boca
con la boca ansiosa

Dejar de verte la cara
reconocerte en el silencio
es efectivamente besarse

El beso no

El beso no
el no inóbeso
el no nobesado

El chico más lindo del lugar
le pide un beso

Ella se acuerda de los primeros besos
besos doceañeros y novelescos

No puede recordar los besos que no le dieron
los besos que no le pidieron

Sí puede recordar que no le dieron besos
que no le pidieron besos

Señor
tenía diecisiete años
también sus labios tenían diecisiete años
y sin embargo no besaban nada

Dice un no culpable
con la mano en la cintura del chico más lindo del lugar

Su insepulta versión de diecisiete años
se muerde la boca hasta anochecerla

No puede besar los besos que no le dieron
que no le pidieron

No puede ponerse los labios de diecisiete
y besar con arrepentimientos de veinticinco

Elige besarse
en los rincones oscuros
del qué habría

sábado, 23 de octubre de 2021

Línea de llegada

Se me esguinzan las palabras
de autoridad
de poder
de orden
antes de empezar la carrera

El límite es amor
repito una
repito dos
sigo repitiendo
y no lo encarno

No te vas a lastimar
por estar mal sentade
por estar acostade
por decir que no
a la postura oficinista

El límite es amor
algunes no se pasan
otres bordean
cinco van más allá
y mi límite es llorar

Entonces corren otras palabras
insuficiente
ineficiente
novasadurar
pisándome los talones

Roto

Eras la habitación más rota de la casa:
me gustaban los rayos de luna
que se asomaban por los rabillos
del techo resquebrajadamente abierto;
me gustaba ese cielo agrietado
por el cual se fugaban mis calores

Parecías un caleidoscopio de esperas
y ese reloj también estaba roto:
por sus agujeros se paseaba
un hilo largo y sangriento
que se puso a latirme de mentira
en el pecho más solo y descorazonado

No taparon las inmensas goteras
y la habitación sigue rota
pero yo me fui de la casa:
ahora soy habitaciones techadas
y guardo un caleidoscopio gigante
entre las pestañas dormidas


lunes, 11 de octubre de 2021

Despoema

Te despalabro
de mis icónicos pasos
que son llegantes
que siempre llegan
y nunca van
Igual ya no digo nada
que produzca sombra
o te afantasme

No te dije cachorro de lobo
ni conté uno a uno mis lunares
ni describí cinco miradas
ni te narré mis lunas
ni relaté mis inauditos
aullidos tragados
callados impunemente
la mitológica noche de ayer

Ayer es el último día
que no supe que existías
pero ya no significa
porque ahora ayer
es el último día
que te dirijo
una palabra
o un verso de diez

jueves, 7 de octubre de 2021

REW

Me fascinaba la espera
esa espera sin relojes
sin alarmas sonoras
del pasado depuesto

Esperaba rebobinarme
rebobinarnos un poco
tres añitos nada más
y dos meses discretos

¿Qué decía el mensaje?
Un poema en tu voz
para la mejor versión
desde la mejor versión

Esperaba rebobinarme
reescribir el hechizo
aletear como colibrí
que me mires de nuevo

Me fascinaba la espera
esa espera del pasado
sin relojes callados
sin amores depuestos

martes, 5 de octubre de 2021

Duelo prepizza

El duelo está precocido:
a la masa del hartazgo
le pusiste el queso
la salsa de tomate
y el orégano del ya no más

Yo ya tenía el horno prendido
precalentándose a fuego lento
igual que la pesadilla suave
de querernos de lejísimos
y tristemente a escondidas

Habría apagado el horno
una vez más, una sola vez más
pero habría sido tan injusto
Prefiero estos sabores
que se digieren mejor

Dos pasos

Diste dos pasos más afuera
Diría lejos, pero ya había
seis mil kilómetros
a veces, chiclosos
a veces, compactos
pero seis mil al fin
entre mi cabeza
y tus hombros

Faltaban dos pasos más
Adentro o afuera,
no era igual el par
Los diste para allá
y yo sigo para acá
más inmueble
y hecha astillas
astillas inofensivas

Me desgajo de a poco
pero tengo mis lágrimas
para regarme cada noche
y mezclarme de nuevo
darme dos piernas
darme ritmo constante
y caminar también
dos pasos hacia acá

domingo, 26 de septiembre de 2021

Otro ojo

¡Hay poesía de jugo de pomelo!
Dice que todos los platos están rotos

Arroja versos veraces y tenebrosos
de los besos y abrazos violentos

Abandona así su cíclope cuerpo
y se pone de nuevo el otro ojo

Mira ahora también aquellos pozos
que devienen en montaña surgiendo

Y pretende hundirlos componiendo
voces que gritan y escupen en rojo

Mira ahora también a los pocos
que se agigantan corroyendo

Gira hacia los muchos deshechos
desvencijándose en hambre y solos

El pomelo tiene sabor a esos otros
que se queda en el paladar impreso

¡Hay poesía con sabor a pomelo!
Hay poesía que sí tiene dos ojos

Tres erre

Tengo más bolsas de tela
que astillas de tus besos
o fantasmas de tus manos

¿Por qué, entonces, reciclo
el anochecer de mi huida
y la erupción apasionada?

Plásticos, limpios y secos
Fantasías con vos, lo contrario
para reutilizar hasta que

¿Tocará reducir inflamables
o, peor, sentimentales artilugios
que declaran amor sin verbo?

Reduzco, reduzco el verbo
Reciclo formas de mirarte
Reutilizo este dulce préstamo

Gastaste besos conmigo
Me los dejaste prestados
y me urge devolverlos

Redujimos besos nuevos
Están los que no nos dimos
en nuestras bolsas de espera

jueves, 23 de septiembre de 2021

Estoy cansada de entrecerrar los ojos

Llenaste la pieza con globos
sobras de una fiesta sorpresa
que no preguntaste
que no quise
que explota

La fiesta se ordena en estantes
firmada por autores famoses
porque Bella
porque la Bestia
porque Disney

No somos el maravilloso mundo de

Tu lealtad y mi miopía cooperan
son cómplices ante la verdad
que suspira
que llora
que explota

Los estantes no están tan firmes
y los tomos caen sobre mi cabeza
entonces mis manos
entonces mi boca
entonces mis lentes

No somos el maravilloso mundo de

Pero yo podía entrecerrar los ojos
para mirarnos generosamente
siendo algo bueno
siendo algo lindo
siendo algo asombroso

Pero yo podía entrecerrar los ojos
antes de esos besos diarios
que camuflan
que nos mienten
que distorsionan

Estoy cansada de entrecerrar los ojos

ORACIÓN

No junto las manos ni me arrodillo
porque mi relación con Diosa
es más mundana y genuina

Rezo desde los pensamientos
y mis lágrimas también rezan

No digo fórmulas preinventadas
porque tengo urgente necesidad
de rezar por cosas nuevas

Rezo desde las fantasías
y mis temores también rezan

No me encierro en un templo ajeno
porque mis oraciones piden cama
o escenografía más cotidiana

Rezo desde los recuerdos
y mi vientre también reza

Y pido que:
no te pisen los talones
duelos tempranos;
no te empujen al piso
despedidas inesperadas

Y pido que:
te abracen esas palabras
que contradigan a tus miedos;
te toquen el hombro cansado
noticias con sabor a tilo

Y pido que:
ya no tengas que desvelarte
ni soltar otro llanto inédito;
ya no tengas que acampar
a la orilla de angustias y espera

martes, 14 de septiembre de 2021

Zohan

Te quiero aunque no hayas entendido
a qué nos está invitando Zohan
porque es una peli de Adam Sandler
y eso te predispone exquisito
a no tomarla muy en serio

Te quiero aunque no hayas entendido
que Zohan propone una alternativa
a este mundo demasiado alonormado
mostrando cómo se iza el deseo
solo a partir del pálpito amante

No te metas con Zohan
metete conmigo y dame el gusto
de que tus ojos cafeinados
y tu cúmulo de fantasías
respondan solo a mi nombre

domingo, 12 de septiembre de 2021

¿Querés bailar rollinga conmigo?

¿Querés bailar rollinga conmigo?
Te lo digo yo
que soy una mina
que no explota
ni se esconde
Te lo digo yo
y mantengo esa ele
que nos sobra mucho
porque es cipaya

¿Querés bailar rollinga conmigo?
Te lo digo yo
que soy una mina
que no confraterna
ni protagoniza canciones
Te lo digo yo
capaz de cantarte
en vez de sentarme
y esperar que vengas

¿Querés bailar rollinga conmigo?
Te lo digo de nuevo
meneándome un poco
aunque no te percibas my girl
ni yo sepa codear como Jagger

domingo, 29 de agosto de 2021

Te doy toda la poesía que tengo

Tengo más versos que remeras,
pero no los puse en el placard
sino en tus manos que no entienden
y se olvidan de todas mis sílabas
porque tienen sabor a poca cosa
a que vos me estás dando igual
a que vos me estás dando más

Y posiblemente te equivocás:
solo me quedo mi piel mortal
y te entrego a vos la otra piel
la que sumerge poesía infinita
en mi propio perfume singular
en mi propia forma de desmirar

Te estoy dando la excusa rimada
de quererme como se quiere
en las leyendas del hilo rojo
pero sin destinos ineludibles
pero sin obligaciones cosidas

Y posiblemente te alejás:
tus manos aún no entienden
que te di un tercer ojo grandote
que te doy un rabillo de más

No puede ser poca cosa
el poder de mirar lo inmirable
el poder de mirar costa adentro

Te olvidás y quedás con hambre
Te olvidás y te quedás ciego

Y yo ya te di toda la poesía que tenía

martes, 24 de agosto de 2021

Condición

-Solo te pido que no me hagas llorar.
Así dijo ella. Estaba hermosa y radiante después de que le pregunté. No fue el momento más románcico de la historia, ni siquiera de mi vida, pero quería estar con ella, así que le pregunté si quería ser mi novia. Entonces, me dijo eso, que no la hiciera llorar. Tuve que repreguntarle y por fin confirmó que sí, que quería.
Menos mal. La gente no lo medita mucho, pero dice cosas y cree que respondió la pregunta cuando en verdad no lo hizo. Sobre todo, cuando la contestación esperada y adecuada se debate entre sí, no y, como mucho, no sé. Sí, es más admisible una duda que una frase que parece que contesta y en resumen te deja dudando a vos, que emitiste el interrogante.
La abracé y la besé. Mi estrategia fue no sentarme en un bar con ella para hacerle la propuesta, sino decírsela en el sillón de su casa, donde podemos estar los dos sentados uno al lado de la otra y acercarnos o acurrucarnos. Fue un riesgo también, ¿no? Porque podía negarse y la cercanía de sus aromas y sus pestañas azuladas me habrían hecho un daño casi letal y muy inmediato. Tenía las pestañas y el cabello de color negro azulado por naturaleza. Además de preciosa, era original.
Bueno, todas las personas son originales, me disculpo. O no me disculpo. Estaba enamorado. Era lógico que singularizara sus rasgos como si fueran los únicos especiales sobre la tierra. Tenía ojos verdes y, aunque muchas otras pupilas fueran verdes, me daba la sensación de que los destellos de jade eran exclusivos de su existencia. Y tal vez sí.
¿Tal vez sí? Sí, porque meses más tarde hubo una noche desgraciada en que descubrió una mentira mía. Me confrontó serena, seguramente esperaba una explicación aceptable o una locura absurda que pudiera justificarme. Pero acorralado confesé. Y la sincera confesión, tardíamente sincera, quebró su apacible expresión. Vivíamos juntos en mi casa y en ese instante supe que lo había arruinado todo.
Comenzó a lagrimear y adolorida se fue sollozar donde se asegurara una pared entre nosotros. Se encerró en la habitación. Lloraba, lloraba mucho y también jadeaba como si la mentira pudiera corroerla físicamente. Quise acudir a consolarla, pero respeté el espacio que evidentemente necesitaba. Aparte soy un imbécil para lidiar con el llanto ajeno.
Pocos minutos duró el escándalo. Cuando cesó, me acerqué a la puerta. Golpeé con los nudillos y la llamé suavemente. No dijo nada. No se me había acabado el respeto, pero me urgía pedirle perdón. Por eso entré a pesar de su tácita voluntad de que no lo hiciera. Por supuesto, en cuanto crucé el umbral y la vi comprendí que no había voluntad alguna, sino imposibilidad de dar sonido a sus pensamientos.
Entré cabizbajo. Tanto la cama como los almohadones mostraban severos signos de humedad y quemaduras. Mi mirada trepó y descubrió que sus piernas estaban levemente enrojecidas. Las manos, en cambio, tenían ampollas. Seguí mirando, asombrado, y la peor imagen fue encuadrándose en mis retinas: tanto su cuello como sus mejillas y sus labios estaban quemados, en carne viva. Sus pestañas y sus pupilas brillaban fosforescentes.

domingo, 22 de agosto de 2021

¿Te gusta el jazz?

¿Te gusta el jazz?
Es una pregunta importante
y la digo con gesto sugerente
Elijo jazz y no otros géneros
para que sientas cómo pronuncio
esa j extranjera y la sinalefa
No es: ¿Escuchás? Es: ¿Te gusta?
Porque gustar es más delator
que solamente haber conocido
en un taxi de estos dos colores
cuyo volante mucho no charla

¿Te gusta el jazz?
A mí también porque prefiero
que no haya tanta letra entre
y que los instrumentos soplen
como soplamos esa j extranjera
antes de masticar y mirarnos
obviando el aguijón o tu tamaño

¿Te gusta el jazz?
A mí me gustan el jazz y la miel
porque ambos empastan la boca
y le dejan la sensación dulce
de estar buscando la excusa
para amargar con un vino

Y más que en gustar del jazz
pienso en ese vino con vos

lunes, 16 de agosto de 2021

Desaire

Respiro
Sin ponerlo en palabras respiro
y entonces sigo habitando
habitándome
porque tengo vientre de tierra
que se escurre entre mis piernas
y me pide más
y más aire

Respiro
Sin ponerlo en palabras respiro
y entonces sigo nadando
nadándome
porque tengo ojos de agua
que se escurren contra mi almohada
y me piden más
y más aire

Respiro
De pies a cabeza pido aire
y se acumula sanamente
hasta que te llego
y me desnudo diciendo que te quiero
Lo pongo en palabras
y no respiro
porque no puedo respirar desaires

miércoles, 11 de agosto de 2021

Cegueras esporádicas

Tengo ganas de cegueras esporádicas
que me agarren así, de repente
cuando ya me haya saciado de tu imagen
cuando ya me haya embriagado de tu imagen;
y mi boca exija gusto, sabor de tus pieles
para completar el registro remoto
entre sobredosis de tus salados y tus dulces
entre sobredosis de tus amargos y ácidos;
y mi olfato exija olores, aromas de tu cuerpo,
cuerpo amante y activo y en reposo
que emana tibieza de habitación
que emana frescura de océano.
Tengo ganas de cegueras esporádicas
que me agarren así, de repente
cuando prefiera la sorpresa de tus manos
cuando prefiera la sorpresa de tu vientre.

martes, 10 de agosto de 2021

Los árboles que decoran la General Paz

Hola, cielo que se esfumó.
Me gustaría contarte:
ayer a las 18 y 20 salí del trabajo
y me paré a esperar el colectivo;
por suerte, a las 18 y 40 estaba arriba
leyendo un mail que no es tuyo,
pero que me hace feliz.
Me importa mucho, ¿sabés?
Poder decirme artista.
Los árboles que decoran la General Paz
contrastaban con el gris húmedo
y estaban de acuerdo conmigo.
Les importa mucho, ¿sabés?
Poder decirse artistas.
Cualquier trabajadore durmiente
arrullade por la secuencia de edificios
diría cansadamente que sí:
si el arte no puede ser una pausa cotidiana
entre las escenografías cotidianas,
¿entonces para qué?

domingo, 8 de agosto de 2021

No quepo fuera de mí

La opción está clara delante de mí:
hay que jugar a las escondidas
con este cuerpo
con este pecho donde laten las rimas
con esta boca que pronuncia besos
con esta silueta que escribe sombras.
Sí, esto me piden:
fingir una existencia etérea
donde no ocupo el barro
donde no doy ningún paso
donde la carne es invención
donde existir es voluntad.
Pero no quiero y me niego:
la finitud calza pantalones
y tiene talle de remera.
Pero no quiero y me niego:
la finitud se desviste
y entonces dice palabras.
Lo ignoran, siguen exigiendo:
hay que jugar al ajedrez
con el cuerpo
con el cuerpo como peón
peón invisible y terciario
jaqueado por la dama.
Insisten muchísimo más:
hay que permitir el eclipse
del barro mortal
por la luminosa luna
de las ideas permanentes
de la esencia universal.
Pero no quiero y me niego:
la finitud escucha o ve
y se palpa de pies a cabeza.
Pero no quiero y me niego:
la finitud es frágil cintura
y por eso dice palabras.
Si no tuviera un vientre
si no fuera una temporada
si midiera más que mi ancho,
¿diría palabras acaso?
Afuera no existo
afuera no creo
afuera no yazgo,
me voy y me callo.

sábado, 31 de julio de 2021

Trilogía

Bajemos en Viena
Antes del amanecer
soy un terrón de azúcar
disolviéndose en un café
caliente y amargo
que besás
con tus labios profundos
antes de tragarme entera
para que endulce tu pecho
mientras el café lo quema.
Es una tontería eso
de no volvernos a ver.
Mejor, de nuevo acá.
En seis meses.
Vos llegás en avión.
En diciembre.
Yo llego en tren.

Vas a perder ese avión
Antes del atardecer
estoy sentada en medio
de una canción que te vuelco
como una cucharada de miel.
La canción dice que no importa
qué pasó después
quiénes pasaron después
porque en realidad no hubo después
si siempre basé mis creencias
sobre el amor o sobre Dios
en volverte a ver.

Voy a perder ese avión
Digo en voz alta este poema
porque me duele el pecho
de latirlo
de bombearlo
de palpitarlo
y aunque me sangre la garganta
pronunciándolo a tus ojos
duele menos
corta menos
muero menos.
Digo en voz alta este poema
porque lo creí para encontrarte.

Sigue ahí
Antes del anochecer
le pregunto al espejo
si seguimos queriéndote.
Escondo la respuesta
detrás de las pestañas
que bajan con la lágrima.
Mis pupilas miran
para decirte sí
aunque no estés preguntando.
Pauso el reflejo
y por fin te miro
rogando que no piense.
Antes del anochecer
me pedís que por algo tan chiquito
no piense que ya no me querés.
Sonrío la respuesta
delante de las palabras
que edulcoran mi vientre.
No eran dudas de verdad,
yo te quiero en presente
y en todos los tiempos.
Yo te quiero en presente
y en todos los tiempos
durativos, imperfectos.

domingo, 25 de julio de 2021

No veo de lejos

Cuando no te veo quererme
no me siento apta
me entiendo inepta:
me exceden mis excesos
queriéndote tanto, tanto
que termino supliéndote.
Quiero por los dos.
Asfixio los placeres
de querernos despacito
porque el miedo apura:
qué apta me alejo
qué inepta me pongo
cuando nos queremos de lejos.

Las dudas que fundaste

Quiero que sepas:
todas las dudas que fundaste
se acuestan conmigo
cada mes.
La captura donde se ve
que necesitabas una velada solitos
con otra
me manosea y siento asco.
El recuerdo de tu confesión
(engañaste solo para que
las fantasías tuvieran otra cara
esa misma otra cara no mía)
cuando mataste a la ilusa
me besa con sabor a vómito.
Quiero que sepas:
todas las dudas que fundaste
me echan de tu casa
cada mes.
Necesito una velada solitos
y hablan fuerte
y se ríen de mí.
Fantaseo desnudarme para vos
y miran grande
y se ríen de mí.
Quiero que sepas:
todas las dudas que fundaste
me niegan los arrumacos
a largo plazo.

36 cuotas

Compré una computadora

para optimizar mis tiempos de poeta

-poeta de siglo veintiuno y trabajadora-.

Treinta y seis cuotas bailaron el vals conmigo

y dijeron que sí querían

delante del grisáceo altar

ministrado por ese solícito banquero

que me autorizaba el préstamo.

Este matrimonio es ingrato:

no sirve ni como donante de esperma.

No espero que la muerte nos separe

para no trasladar los tres años

de angustia cónyuge.

Pero sí espero el divorcio

y una poesía que no sea vómito

y llanto y producto verbal

de esta ansiedad consumada.

viernes, 23 de julio de 2021

La poesía está bien

La poesía estaba bien sin tus comentarios.
Pero otra vez te paraste a decir contradicciones
como que la poesía es asunto exclusivo del alma
y que esa habitación, el cuerpo, es algo aparte.
¿Quién te permitió separar la poesía del cuerpo
cuando el verbo es claramente más carne que alma?
¿Quién te dijo que la poesía era solemne y pura
cuando se mancha y se sumerge y se golpea?
Porque es más cuerpo que inalcances etéreos.
Porque es más juego que invenciones sublimes.
Porque es más tierra que largas utopías uranas.
La poesía está bien y prefiere todos los límites de la carne.

viernes, 2 de julio de 2021

Sigue ahí

Antes del anochecer
le pregunto al espejo
si seguimos queriéndote.
Escondo la respuesta
detrás de las pestañas
que bajan con la lágrima.
Mis pupilas miran
para decirte sí
aunque no estés preguntando.
Pauso el reflejo
y por fin te miro
rogando que no piense.
Antes del anochecer
me pedís que por algo tan chiquito
no piense que ya no me querés.
Sonrío la respuesta
delante de las palabras
que edulcoran mi vientre.
No eran dudas de verdad,
yo te quiero en presente
y en todos los tiempos.
Yo te quiero en presente
y en todos los tiempos
durativos, imperfectos.

Voy a perder ese avión

Digo en voz alta este poema
porque me duele el pecho
de latirlo
de bombearlo
de palpitarlo
y aunque me sangre la garganta
pronunciándolo a tus ojos
duele menos
corta menos
muero menos.
Digo en voz alta este poema
porque lo creí para encontrarte.

Vas a perder ese avión

Antes del atardecer
estoy sentada en medio
de una canción que te vuelco
como una cucharada de miel.
La canción dice que no importa
qué pasó después
quiénes pasaron después
porque en realidad no hubo después
si siempre basé mis creencias
sobre el amor o sobre Dios
en volverte a ver.

domingo, 27 de junio de 2021

Bajemos en Viena

Antes del amanecer
soy un terrón de azúcar
disolviéndose en un café
caliente y amargo
que besás
con tus labios profundos
antes de tragarme entera
para que endulce tu pecho
mientras el café lo quema.
Es una tontería eso
de no volvernos a ver.
Mejor, de nuevo acá.
En seis meses.
Vos llegás en avión.
En diciembre.
Yo llego en tren.

sábado, 26 de junio de 2021

Sustantivo propio

De tanto holgar el nombre
ya cabemos varias cinturas.
Todas distintas, claro.
Todas distintas, pero
Todas Alejandra.
De tanto holgar el nombre
ya cabemos varias cinturas.
Y ahora queda alejandra.
Y ahora significa alejandra.
La carne se hace palabra.
De tanto holgar el nombre
ya cabemos varias cinturas.
Siempre suena a alejada.
Siempre nombra a alejadas.
El sentido me elige a mí.

jueves, 17 de junio de 2021

Agujas que ya no marchan

Se escuchan los últimos latidos del reloj.
Mi despertador ya no tiene pilas.
Y mi amor, tampoco.

Me despierto igual.
Espero temblando el colectivo
y veo una ratita muerta.

Yo también era la rata.
Nos atropellaron un auto -a ella-
y la polar indiferencia.

Viajo en el 63 y me olvido.
No hay rata, no hay despertador.
Pero sí hay agujas que ya no marchan.

Pido un último deseo de calor:
que te des cuenta antes
y no tengas que verme congelada.

lunes, 14 de junio de 2021

Alteración

Sos generoso

de desdenes

y de piedades

que despedazan

mi danza pesada

de amante callada.


Te pido que vengas

y te despedís

como se despiden

los inviernos despiadados

que dejaron de venir

desde el ardor global.


Te sujeto la cara

y descaradamente

te acarician mis jadeos

y te acaban mis tajadas

tajadas de cariño

que calan entre rejas.

jueves, 10 de junio de 2021

Migraña y tristeza

Ayer me corroyeron el gesto.
¿Quiénes?
La migraña y la tristeza, otra vez.
Se juntan para desmaquillarme
ese maquillaje natural de mi sonrisa.
Se juntan para arrebatarme
ese antifaz que son mis ojos abiertos.
Se juntan para desnudarme
ese disfraz que es mi cuerpo moviéndose.
Y rendí un parcial
con la migraña y la tristeza infestándome
los párpados
el nudo de la garganta
las curvas de mis cejas
los huecos entre mis costillas
los pozos del corazón
el laberinto de mis orejas
que quieren perder ese zumbido
y encontrar solamente tu voz.

miércoles, 2 de junio de 2021

Capítulo dos

Tu sombra me abraza contra la luna

luna de arrugas que quedan en la cama.

Tu torso calienta y eclipsa mi espalda.

Grito Dios porque tus dedos lo conjuran.


Dios finge que no mira ni escucha

tus gemidos contra mis espasmos

mis rasguños alentando tus pecados

tus suspiros entibiando mi nuca.


Te convido todos mis arrebatos.

Te presto caricias resbalosas.

Te imploro una arruga más.


La cama se despierta más arrugada.

Y el despertador está preguntando

si te sueño o mejor te llamo.


Capítulo uno

Pausa. Pongo las sábanas a lavar.
Pero no están sucias. Están solas.
La cama y yo y también las notas.
Aunque cante mucho menos ya.

Extraño tu ducha y mi recital.
Espiabas como público tímido.
Aplaudías como público típico.
Rosas no había, solo tu besar.

Tu besar era dulce y experto.
Esa lengua ignoraba pretextos.
Tu besar me adornaba el pecho.

Tu besar era un derrame
de miel de luna menguante
en una sonrisa interrumpida.

Capítulo cero

Intuyo que esta semana no soporto:
hay muchas migas por toda la casa
hay larguísimas grietas en esa taza
y sin quererlo leyéndola te nombro.

Silencio, por favor. Callo, aborto:
oculto tu nombre detrás de la boca
sepulto mi voz con jugo y sopa
ahogo esos terribles escombros.

Los escombros anidan en mi pecho.
Pido paz, pido olvido, pido tu beso.
Invento que Dios está en el techo.

Rezo llorando por tu beso largo.
Tu recuerdo tiene forma de barco.
¿Tengo que dejarte ir o lo anclo?


Alejandra

El nombre.
El signo lingüístico.
La representación de una sujeta real
que a veces no significa nada
y a veces emana muchos sentidos.

El nombre.
El disfraz.
La primera palabra que se abre paso
entre el saludo de dos extrañes
y la despedida de dos singularidades.

El nombre.
La singularización.
O, en cambio, el nexo que subraya
que hubo otras Alejandras antes
y que hace preguntarse cuál Alejandra.

El nombre no alcanza.
Mejor, la historia del nombre.
Y, también, la historia de la nombrada.

jueves, 27 de mayo de 2021

Los nidos

Actualmente tengo veinticinco años y me encuentro postrada en una cama de hospital. Mi familia no me visita, no puede, y no encuentro otro entretenimiento que escuchar las suaves y pacientes lecturas de mi enfermero y pedirle, de vez en cuando, que transcriba algunas fantasías que digo en voz alta. Siendo mi cumpleaños, lo cual sigo considerando una ocasión especial y bastante sorprendente, quiero compartir cuáles fueron los acontecimientos terribles que me dejaron tan rota.

Antes de cumplir los doce años, era una niña menuda, digamos. Estatura baja, formas muy sutiles. Mis padres estaban preocupados: había menstruado por primera vez a los nueve y todavía no me desarrollaba como era esperable. A mí no me preocupaba, era una criatura que quería sentarse a tomar leche chocolatada y a jugar con el ferrocarril de su abuelo. Pero sí que recuerdo con mucha angustia haber captado conversaciones de ellos dos, en un tono de decepción que me mortificó para siempre.

Por suerte, unos meses más tarde crecí de repente. Por suerte para ellos, claro, yo no estaba muy feliz. Mi discreto y pequeño torso ahora portaba un par de pechos abundantes que palpitaban. Un proceso similar sucedió a mis glúteos. Era muy incómodo, de verdad. Muchos señores anónimos que pasaban a mi lado por la calle me lanzaban miradas que, en ese momento, me parecieron de hambre, pero que ahora entiendo que eran de una asquerosa lujuria.

Se lo comentaba a mis padres y no me prestaban atención. Estaban demasiado absortos contemplando el andar de varios insectos para perfeccionar sus dibujos o se tomaban unos minutos para ellos mismos elogiarme por tan hermosa figura. Me sentía muy incomprendida e infeliz. Me daban ganas de destrozar sus bocetos o de convertirme en una brillante mariposa a la que sí quisieran atender unos cinco, nada más que cinco minutos al día, por lo menos.

Hacia los quince años fui asimilando mi nueva imagen y solo desde esa edad empecé a disfrutarla. En un mundo poblado por personas que dan un ridículo protagonismo y un pésimo uso al sentido de la vista, mis curvas llamaban muchísimo la atención de la gente que me atraía a mí. Por supuesto, como era una chica tan sensible, pronto me iba a indignar que mi aspecto fuera considerado deslumbrante, pero que no quisieran adentrarse en las profundidades maravillosas de mi personalidad.

Cumplí dieciocho años. Mi cuerpo ya había sido bastante manoseado por amantes casuales, a quienes hipnotizaban especialmente mis pezones endurecidos. Con mucho cariño me acuerdo de Rosario. Ella conversaba conmigo, me pedía consejos, me contenía... Más allá del buen sexo, disfrutaba los rituales previos y el excedente posterior. No nos amábamos, pero sí llegamos a querernos mucho. Nos teníamos confianza. Habría sido una relación idílica, si ambas hubiésemos experimentado el «chispazo».

Una tarde estaba en su casa. Nos habíamos recostado a mirar una serie. Estábamos tranquilas hasta que comenzaron a picarme los pezones. ¡Era insoportable! Corrí al baño para mirarlos al espejo. Estaban rojos y ardían. Comencé a rascarlos frenéticamente y por fin se aliviaron. Tras el susto, reanudamos la serie y nos olvidamos por un rato de ello. Sin embargo, cuando miré hacia abajo, buscando el control remoto, descubrí dos grandes círculos húmedos en mi remera, a la altura de las tetas.

Regresé al baño. ¡Mis pezones estaban supurando y se resquebrajaban! No dolía, pero tenía la horrenda sensación de que algo quería abrirse paso desde el interior. Me puse a llorar. ¿Qué estaba ocurriendo? Nunca me habían picado de esa manera. Muy esporádicamente me topaba con una o dos hormiguitas atrevidas y eso me daba cosquillas, no mucho más. La comezón de aquel día, en cambio, era insufrible. No obstante, lo más insufrible fue la visión posterior en el espejo.

De dos cicatrices imperceptibles, que había asumido que eran irregularidades de mi piel, salieron caminando dos arañas gordas y peludas. Rosario las atrapó y las echó por la ventanita. Luego, quedó en pausa, observándome con tristeza y perturbación. En mi pecho, había dos nidos vacíos. Nidos de piel colgante que habían sido hogar para esas espantosas arañas. Me descompuse, vomité y perdí totalmente la conciencia delante del inodoro. Rosario se ocupó de contactar una ambulancia.

lunes, 24 de mayo de 2021

Poesía provisoria

Dame una excusa
y querré combinar
esperas
impaciencias
cadenas
silencios
en cuatro versos por estrofa.

Dame una excusa
y haré que veas
la implosión
el espectáculo
la denuncia
el ideario
en cinco estrofas por poema.

Dame una excusa
para otro poema
de amores
de mentiras
de ficciones
de injusticias
en una sola vida provisoria.

La poesía es un efecto colateral
de estar viviendo todavía.

sábado, 15 de mayo de 2021

Líbranos del nombre

En el nombre del Padre...
No, no. Ya no.
En el nombre de la Madre...
Tampoco, no quiero.
En el nombre de le Otre.
No. No estoy segura.
En el nombre...
En el no nombre.
Sí, ya sé cómo eludirte.
En el no nombre...
De alguien que no haya existido.
De alguien que no hayas podido
encerrar en tus roles talle único
sujetar a tus caprichos rosa y azul
atar a los pecados que aprobás.
De alguien que no hayas dicho.

Padre. Madre. Nombre.
No digas más. Callate.
Dejale erigirse sin tu palabra.
Que no medie tu palabra.
Ojalá no contamine tu palabra.
Nace y le rezo que nunca te des cuenta.
Callate y no sepas qué callás.
Espero que exista más allá de tus nombres.
Esos nombres que nombran fronteras
y banderas y pieles
y mentiras unisex.

En el nombre
de que nunca puedas darle nombre.

martes, 11 de mayo de 2021

Huequito

Le hice un huequito al mundo
para esconderme
para escaparme
para mirarlo menos.
Y en cambio me vinieron de frente
un poema
una canción
un cuadrito.
El huequito no estaba vacío
y servía para mirar más
y servía para abrazar más
y servía para doler más.
No había menos mundo:
había mundo más adentro
había mundo más hermoso
había mundo para todes.
Le hice un huequito al mundo
para entrar tomados de la mano
y agregarle también un beso
y un cielo temblando de amor.

martes, 27 de abril de 2021

La cama

La cama exagera mucho esta noche.
¿No ve que estoy completamente sola?
Se ensancha y me expone, ajena.
Ajena a la ternura de una caricia.
Ajena al calor de un cuerpo lindante.
Ajena a los colores de un beso bien dado.

La cama exagera mucho esta noche.
Está más grande, está menos honda.
Se ensancha y me expone, ignora.
Ignora el cansancio del trabajo.
Ignora mis voces frustradas.
Ignora, carajo, tu lejanía.

La cama exagera mucho esta noche.
Está más intacta, está más sola.
Se ensancha y me expone, sorda.
Sorda a los antojos de mujer.
Sorda a las camas que no hay.
Sorda, carajo, a que no estés.

¿No ve que estoy completamente sola?
Y que podría caber en una almohada.
Sobran metros de colchón.
Hay mucho espacio de noche.
Y me caigo por el borde igual.

viernes, 23 de abril de 2021

Y no soy solamente voraz

Me sometés a la antropofagia.

No te asustes, te explico:

mis manos te buscan con hambre

mis pechos te buscan con hambre

mis ojos te buscan con hambre.

Y mis opciones se restringen:

te devoro, mirándote te devoro

te devoro, tocándote te devoro

te devoro, queriéndote te devoro.

Me sometés a la antropofagia.

No te preocupes, te repito:

llego a tus brazos con hambre

beso tus labios con hambre

invado tu cama con hambre.

Y la expansión toma forma:

te devoro, en tu territorio te devoro

te devoro, a luz de luna te devoro

te devoro, como en la guerra te devoro.

Me sometés a la antropofagia.

No te vayas, te cuento:

mi ternura te encuentra con hambre

mis temores te piden con hambre

mi alma también tiene hambre.

Y no soy solamente voraz:

te devoro, una caricia te devoro

te devoro, una sonrisa te devoro

te devoro, todo el cariño te devoro.

Me sometés a la antropofagia

y la verdad es que en este acuerdo

no hay caníbal y no hay presa

porque te devoro y me devoro

porque te devoro y me devorás.

sábado, 17 de abril de 2021

A la torre, princesa

Había una vez una princesa. Ella vivía en un grandioso reino rodeado por un inefable bosque. La despertaba el sol del amanecer y la llenaba de ánimos bailarines. Por eso, todos los días salía a pasear y a cantar y regresaba solamente para comer, asearse y dormir.
Pero los días y las noches de la princesa no eran simplemente felices. Todas las semanas varios sujetos distintos la veían pasar y vociferaban elogios desagradables a sus atributos físicos. Ella sonreía. ¡Cómo no! Era una princesa. Tenía que sonreírle a su pueblo, sobre todo si le estaban haciendo saber su atracción.
Sin embargo, la princesa se sentía cada vez más incómoda y los elogios desagradables pronto devinieron en persecuciones o en acercamientos terroríficos. Ella temía que no salir intacta la próxima vez. Ya no quería sonreír. Era una princesa, pero no le gustaba gustar de esa forma y detestaba que se lo expresaran de esa manera. En el palacio, nadie la escuchaba. La tildaban de exagerada y de desagradecida.
Entonces, ella tomó una decisión: se acabaron los paseos. Buscó una zona recóndita en el bosque, ordenó que construyeran una torre, hizo guardián a un dragón y se encerró para siempre. ¡Hay sujetos que quieren rescatarla! ¿Se imaginan? Si la princesa está huyendo y esa es su huida definitiva... El dragón se burla y la mantiene a salvo sin piedad. Después de todo, ellos tampoco iban a ser piadosos con ese cuerpo andante y viviente que prefiere existir encerrado.

domingo, 11 de abril de 2021

Hasta las doce

El comedor está solo. Un fantasma enamorado mira "Titanic". Desde la habitación, escucho cómo suenan los famosos acordes. La escena de amor me pone tiesa y fría. No necesito verla. Mi calor se está fugando. La escasa tibieza que me queda envuelve a mi gata. Ella está recostada contra mis piernas. Sus orejitas detectan que lloro, pero no me pregunta nada. No quiero hablar. Me gustaría dormirme un rato y suspender el pensamiento. No puedo. Mañana hay que levantarse a trabajar. No deseo una noche de insomnio. Es probable que igual pase, pero intento no provocarla.
Una sábana me esconde los pies. Las lágrimas me empañan las pupilas. El pecho, por suerte, oculta el corazón roto. Si estuviera físicamente roto, no sangraría. Se habría congelado antes y partido se iría derritiendo. Solo líquido se podría recomponer. Y habría que congelarlo de vuelta. Blando, lo quiero blando. ¿Qué ocurriría si alguien comprende cómo ablandarlo de nuevo? Me va a sangrar. Y sí. Si no sangra, vivo solo un tiempo. Vivo en pausa. La pausa tiene ojos acuosos. También se me están derritiendo. El frío quema mucho más que el calor.
Las horas me asustan. Son pequeñas oportunidades que se esfuman. Las seis. Las siete. Hasta las doce hay tiempo. Después, se rompe el hechizo. No. El hechizo ya está roto. Pero a las doce se hace oficial. El día siguiente pide borrón y cuenta nueva. No sé hacer eso, pero tengo la voluntad. Dejar en paz. Después de las doce, hay que dejar en paz. Cuando domingo deje de ser domingo, hay que dejar en paz. Los lunes ya no hay magia. Tampoco hay palabras que puedan pronunciarse para volver atrás. Volver atrás es estúpido y por eso no existe. A las doce en punto, solo el frío puede traer la paz. Y el hechizo y el calor vuelven atrás.

lunes, 5 de abril de 2021

El caos

El caso es que quiero estar con vos.
Aunque se haya roto una estrella anoche cuando te dije de menos.
Aunque el cielo haya oscurecido temprano y emanara soledad.
Aunque solo veamos el palpitar moribundo de las constelaciones.
Aunque las sábanas se arruguen mucho más que los mares conocidos.
Aunque parezcan dardos mis voces desgarradas y sentimentales.
Aunque mis lágrimas exageren e inunden océanos muy lejanos.
Aunque no suenen las placas, pero se muevan más cuando nos queremos.
Aunque el huracán lo hayan provocado mis manos contra tu espalda.
Aunque los planetas, de repente, dejen de lidiar con lunas exorbitantes.
Aunque nos pestañeemos y desatemos un maremoto en una costa indiferente.
Aunque rechace un desierto a mi lado en la cama, pero pida un oasis.
Aunque no sepa decirme basta y emita hipérboles extraterrestres.
El caos es que quiero estar con vos.

lunes, 29 de marzo de 2021

Irreversible

Tengo una relación rara con la muerte. Me encantaría decir que me causa alivio pensarla porque todos los otros duelos se van callando. Pero no es así. No edulcora. No les resta peso. No me abraza la idea de que la muerte sea la peor separación. De hecho, me ocurre todo lo contrario.
Tengo una relación rara con la muerte. No es buena y no es mala. Me encuentra acostumbrada a su nombre. No deja de dolerme y tampoco digo que no le temo. Pero es irreversible, palpablemente irreversible. Y esa condición me regala un duelo fácil y con final pronto.
Tengo una relación rara, rarísima con la muerte. Es improbable que cuestione esa separación. Los corazones rotos frustran y me dejan la impresión mentirosa de que podríamos haber salvado lo que quedaba. Y es que la muerte del amor siempre parece más reversible que la otra. 

sábado, 20 de marzo de 2021

Pará

Pará.
No te escondas ni bajes la persiana todavía.
El mal trago de hoy no se detiene en el umbral.
Pero te doy mi abrazo como escudo de mil días
y a los oídos y en secreto te prometo mil días más.
Pará.
Dame la mano un segundo y no te agites tanto.
Ya sé, no puedo nada contra esta línea temporal.
Pero puedo ocultarte en mi pecho durante un rato
y durante otro rato más mirarte dormido y rezar.
Pará.
Estoy rezando una oración que late por tu bien.
Una oración que te tapa los oídos por esta noche.
Hasta mañana te impido que sigas siendo rehén.
Y mañana renuevo la promesa después de las doce.

sábado, 6 de marzo de 2021

Del tallo

Esta noche arranco versos,
versos del tallo que es mi pecho
para preguntarles si me querés,
para averiguar si te quedás,
para sospechar si me entendés
sin romper una flor
pétalo a pétalo,
no a sí, sí a no.

Esta noche arranco preguntas,
preguntas del tallo que es mi cintura
para responder que te deseo,
para confesar que te extraño,
para admitir que te quiero
sin romper una flor
pétalo a pétalo,
no a sí, sí a no.

Esta noche arranco silencios,
silencios del tallo que es mi cuerpo y medio
para quedarme calladita,
para mirarte calladita,
para abrazarte calladita
sin romper una flor
latido a latido,
sin romper mi corazón,
pétalo a pétalo.

lunes, 15 de febrero de 2021

No tengo ojos

Se trata de una mentira.
Quiero decir: tengo ojos.
Pero no uso esos ojos
para mirar
y después desear
y entonces buscarte.
Los ojos para mirarte
nacieron la noche que supe.
Y después te deseé.
Y desde entonces te sigo buscando.
No tengo ojos.
Quiero decir: tengo ojos.
Pero no uso esos ojos
para anticiparme
y después confundir
y entonces buscarte.
Los ojos para mirarte
nacieron cuando ya había caído.
Y ya no pude anticiparme.
Ni buscarte solo cuerpo.
Tengo dos ojos infinitos
que me crecieron de pronto
cuando supe que te quiero.

viernes, 12 de febrero de 2021

Te deseo con el alma

Te deseo con el alma. No sé cómo se desea solo con el cuerpo. Te deseo con el alma antes de anhelarte con el cuerpo. No te deseo con la vista. Te busco con las manos, con la boca, con el cuello, con las orejas. Te reclamo con el sexo y con el pecho. Pero primero te deseo con el alma. Si no quisiera quererte, tampoco podría desearte. No podría anhelarte. No sabría suspirar tu nombre. En cambio, quiero quererte y entonces te prometo darte la espalda mientras encadenás mis cabellos con tus dedos.

Te deseo con el alma. No sé cómo se desea solo con el cuerpo. Te deseo anhelando intimidad. Te deseo con el alma buscando intimidad. Quiero beberme las miradas de tus ojos. Quiero sorber tus placeres y tragarlos con suspiros y jadeos. Si no quisiera quererte, tampoco podría desearte. No podría mostrarte mis gestos de gozo. No sabría compartirte mis gritos profundos. En cambio, quiero quererte y entonces te prometo arquearme sobre tu cuerpo mientras escuchás mi corazón.

Lo confieso. Decime palabras tiernas y poco a poco irán desnudándome la carne. Es carne amante que palpita de deseos de intimidad. No apagues las luces. Recordame que me querés y poco a poco estarás inmerso en mí. No pretendas provocarme el cuerpo sin haber excitado mi alma deseante. Que nos alumbren todas las fases de la luna y todos los soles, conectado latido con latido y temblor con temblor. Ojalá tu sexo sepulte mi ansia de cariño, saciándola. Tu cariño siempre saciará mi ansia de sexo.

domingo, 24 de enero de 2021

A veces y después

 A veces sé desparramarme un poco

y después pararme a preguntar

si querías que llegara tan cerca

o me preferías contenida y dócil

o todavía no querías haber probado

tanto de mí y de mis excesos.

A veces sé desorientarme un poco

y después pausarme y preguntar

si querías que tomara tu mano

aunque no la hubieras tendido

o si estabas esperando en cambio

para agarrarme fuerte y decir sí.

A veces sé despilfarrarme un poco

y después retenerme o preguntar

si querías presenciarlo todo

de a mucho y en todos los colores

sin esperas ni pruebas lentas

de mí y de sí y de tanto pálpito.

Además sé vaciarme los ojos

mirándote para preguntar

qué exceso te gusta más

antes de irnos a dormir.

miércoles, 20 de enero de 2021

Tarde acá

Es tarde acá.
¿Dónde acá?
¿En mi noche?
¿O en mi corazón?
A unos meses de mi cuerpo
es tarde.
Temprano también es tarde.
Sobre todo:
cuando no se dice
cuando no se hace
cuando no se espera.
Es tarde acá.
¿Dónde acá?
¿En mi reproche?
¿O en mi amor?
A unos meses de mis besos
es tarde.
Lejos también es tarde.