sábado, 22 de diciembre de 2018

Colibrí 36

Canta, oh Luna,
la cólera,
la cólera del colibrí.
Cuando sienta que no alcanza:
habitame las pestañas;
habitame los ojos;
habitame las alas.
Cuando sienta que no alcanza:
la cólera del colibrí,
la cólera,
canta, oh Luna.

Colibrí 35

Susurran mis ojos cerrados.
Susurran y vuelan despacio.
Susurran que me quedo.
Cantan mis ojos cerrados.
Cantan y vuelan despacio.
Cantan que me quedo.
Gritan mis ojos cerrados.
Gritan y vuelan despacio.
Gritan que te quiero.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Colibrí 34

Vuelo a su lado todavía.
Ya siento el suelo.
Ya extraño el cielo.
Canto a su lado todavía.
Ya siento hojas.
Ya extraño copas.
Lloro a su lado todavía.
Susurro a su lado todavía:
¿mis alas o sus besos?

Ambos.

Colibrí 33

¿Qué tengo, Luna?
¿Qué llevo debajo del pecho?
Duele y canta.
¿Qué llevo, Luna?
¿Qué tengo debajo del pecho?
Llora y sangra.
¿Qué tengo, Luna, qué llevo?
¿Qué hay en mis dos ojos?
Gime y se desgarra.

lunes, 26 de noviembre de 2018

Colibrí 32

A salvo estoy,
¿por qué me arriesgo?
A salvo estoy,
¿por qué no vuelvo?
A salvo estoy
y, sin embargo,
la luna se instala en mi pecho.
Lobo, la luna.
Lobo, mi pecho.
Lobo, mi miedo.
Lobo, te están llamando.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Colibrí 31

La luna vino a mi pecho.
La luna me roba el pecho.
La luna te está llamando.
La luna vino a tus ojos.
La luna vino a tus garras.
La luna te está llamando.
Lobo, la luna.
Lobo, mi pecho.
Lobo, te están llamando.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Colibrí 30

Vuelo tan rápido
(tengo las alas pequeñas, muy pequeñas)
que las flechas no me tocan.
No me rozan tampoco.
No me alcanzan.
Pero existen.
Y a veces quieren herirme.
Eso mata más, lobo.
No me tocan.
No me rozan tampoco.
No me alcanzan.
Me alcanzaste vos.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Colibrí 29

Suspendo el ala.
Aborto el vuelo.
Ya no sé volar de otra manera.
Mis alas operan de pétalos.
Mi vuelo simula una verdad.
Ya no sé volar en las alturas.
¿Me quiere?
¿No me quiere?
Duda constante es ahora mi volar.

domingo, 28 de octubre de 2018

Colibrí 28

Lobo, ¿te gustaría cantar?
Caigo porque estás en el suelo.
Caigo porque enseñarte quiero.
Lobo, ¿te gustaría cantar?
Caigo porque no estás en el cielo.
Caigo porque cantarte quiero.
Lobo, ¿te gustaría cantar?
Cuando digas que sí caeré de nuevo.
Cuando digas que sí sabré otro vuelo.

Colibrí 27

Esta mordida no duele.
Esta mordida no daña.
Esta mordida me endulza las alas.
Me estás pidiendo perdón.
Esta mordida no hiere.
Esta mordida no engaña.
Esta mordida me agranda las alas.
No estoy cayendo por eso.
Esta mordida no envuelve.
Esta mordida no mata.
Esta mordida me suelta las alas.
Caigo porque estás en el suelo.

Colibrí 26

Solo puedo mirarte un ojo a la vez.
Y ese ojo me canta, lobo.
Me canta que no me vaya todavía.
Solo puedo mirarte un ojo a la vez.
Y ese ojo me aúlla, lobo.
Me aúlla que me quede un rato más.
Solo puedo mirarte un ojo a la vez.
Y ese ojo me muerde, lobo.
Me muerde las alas y caigo.

Colibrí 25

Te aúllo para que me escuches.
Te aúllo para que me entiendas.
Te aúllo para que me aúlles.
Lobo, todavía sé cantar también.
Te aúllo para que me mires.
Te aúllo para que me notes.
Te aúllo para que me aúlles.
Lobo, todavía sé cantar también.
Te aúllo para que me conozcas.
Te aúllo para que me quieras.
Te aúllo para que me aúlles.
Lobo, ¿te gustaría cantar?

domingo, 21 de octubre de 2018

Colibrí 24

Callé mi aullido.
Te miré en silencio.
Te canté en silencio.
Y silencio no querés.
Callé mi aullido.
Volé en silencio.
Bailé en silencio.
Y silencio no querés.
Callé mi aullido.
Me mordiste en silencio.
Me besaste en silencio.
Y en silencio aullé otra vez.

viernes, 19 de octubre de 2018

Colibrí 23

Bajé mi canto en jueves.
Alcé mi llanto en viernes.
Y entre lágrimas me descubrí.
Alas que fueron azules
vuelan verdes ahora.
Ojos que fueron azúcar moreno
ya traen gotas de miel.
Pecho que fue tímido
lidera el canto
lidera el vuelo
lidera el llanto.
Y entre lágrimas me descubrí.
Grité mi alma en viernes.
Callé mi aullido en jueves.

martes, 16 de octubre de 2018

Colibrí 22

Hombre con alma de lobo.
Pájaro con alma de luna.
¿Dónde estamos?
Hombre con pieles de lobo.
Pájaro con pieles de luna.
¿Hacia dónde vamos?
Hombre que aúlla.
Colibrí que canta.
¿Acabaremos juntos?
Luna que come hombres.
Lobo que come pájaros.
¿Qué estamos eligiendo?

domingo, 7 de octubre de 2018

Colibrí 21

Lobo, ¿no me ves?
Me regenero luna para que me aúlles.
Me regenero colibrí para que me prendas.
Lobo, ¿no me escuchás?
Canto alas para que me aúlles.
Canto cráteres para que me prendas.
Lobo, ¿no me sentís?
Poema doy para que me aúlles.
Mujer soy para que me prendas.
Lobo, ¿dónde estamos?

lunes, 1 de octubre de 2018

Colibrí 20

No quieren volar. Quieren acariciarte.
Estas alas mías no son alas ya.
Son caricias encarnadas.
Emplumadas.
Caricias de colibrí.
Caricias de luna
que toma forma de pájaro
para cantar
para tener colores
para llorar.
Porque a veces está muy oscuro.
Porque a veces tu aullido es lejano.
Porque a veces no hay solo luna.
Estas alas mías no son alas ya.
No quieren volar. Quieren gustarte.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Colibrí 19

¿Tus aullidos cantan mi libertad?
¿Y qué otra libertad quieren mis alas?
No quieren volar.
¿Tus garras dibujan mi libertad?
¿Y qué otra libertad quieren mis alas?
No quieren volar.
¿Tus dientes forjan mi libertad?
¿Y qué otra libertad quieren mis alas?
No quieren volar.
Quieren acariciarte.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Colibrí 18

Tus aullidos liberan mi canto.
Inflan mi pecho entre las alas.
Afinan las penas en mi pecho.
Embellecen mi vuelo.
Y me jadeás a los ojos.
Tus aullidos me cambian los ojos.
Y me desatás los ojos.
Embellecés mi vuelo.
Afinás las penas en mi pecho.
Inflás mi pecho entre las alas.
Tus aullidos cantan mi libertad:
soy un colibrí
con dos lunas
atoradas en los ojos.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Géminis 2

Los ojos se me tornan luna.
Miro.
La voz se me torna luna.
Canto.
El cabello se me torna luna.
Bailo.
La piel se me torna luna.
Entro.

martes, 18 de septiembre de 2018

Sagitario 1

Una luna ensombrecida me mira,
se roba unos ojos para mirarme,
se roba otros ojos.
Ojos de luna no luna.
Ojos de luna luna.
¿Desde dónde estarán contemplándome?

domingo, 16 de septiembre de 2018

Géminis 1

La luna se asoma,
despliega una de sus sombras,
me mira sobre esta pared.
Me mira de frente.
Me mira de luz.
El dorso me lo esconde.
El dorso lo revela al otro extremo.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Colibrí 17

Tus aullidos pesan más que mi canto.
Me aplastan el pecho.
Me desgarran los labios.
Me desatan las alas.
Me encantan los ojos.
Tus aullidos seducen mi canto.
Puedo ver tus aullidos.
Puedo tocar tus aullidos.
Puedo besar tus aullidos.
Puedo sentir tus aullidos.
Tus aullidos liberan mi canto.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Colibrí 16

Tus palabras pesan más que mi canto.
Soy un colibrí
que tiene
dos lunas atoradas
en la garganta.
No puedo cantar a lo alto.
Y, sin embargo, me escuchás.
Desde abajo me escuchás.
Buscando esas dos lunas me escuchás.
No puedo cantar a lo alto.
Soy dos lunas
que tienen
un colibrí atorado
en la garganta.
Tus aullidos pesan más que mi canto.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Colibrí 15

Ojos de una segunda mirada,
abrazos que ya no pueden ser inocentes.
Tampoco es justa la condena.
Tampoco es justa la culpa.
Tampoco es justa la cadena.
Y tus brazos grandes llaman siempre
a estos ojos que te miran de nuevo.
Pesan más, como antes, que mis alas.
¿Me acercan? ¿Me acerco?
No pregunto. Es mutuo.
Ha sido mutuo infinitas veces.
Es tan mutuo esta segunda vez.
Y, entonces, las (tus) palabras.
Pesan más, como antes, que mi canto.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Colibrí 14

Canto mi canción.
Y mi canción es agua.
Agua de una segunda corriente.
Y mi canción es vida.
Vida de una segunda corriente.
Y mi canción es ojos.
Ojos de una segunda mirada.
Canto mis ojos.
Canto también tus ojos.

martes, 21 de agosto de 2018

Colibrí 13

Canto la canción de las hojas.
Caen, sí, pero el vuelo las alza.
Canto la canción de las hojas.
Se quiebran, sí, pero corren.
Canto la canción de las hojas.
Mueren, sí, pero el alma les danza.
Canto la canción de las hojas.
Canto mi canción.

domingo, 19 de agosto de 2018

Colibrí 12

Renazco.
Tengo las alas grandes.
Más grandes que mis ojos.
Renazco.
Tengo los ojos grandes.
Más grandes que mi pico.
Renazco.
Tengo el pico grande.
Más grande que la muerte.
Canto.

lunes, 13 de agosto de 2018

Colibrí 11

Ahora mi canción vuela con pestañas.
De esas alas brotan
lágrimas de ayer,
lágrimas de hoy,
lágrimas de tiempo.
El tiempo, entonces, se escurre,
camina entre las cenizas.
El tiempo se escurre entre mis cenizas.
Lágrimas de tiempo,
lágrimas de amor,
lágrimas de ser
de esas alas brotan.
Ahora mi canción vuela con pestañas.

viernes, 10 de agosto de 2018

Colibrí 10

Y mi canción dice
que soy ceniza entre alas,
que soy lágrimas de ceniza,
que soy alas contra lágrimas.
Y mi canción dice
que me consumo,
que me apago,
que me quemo.
Y mi canción ya no dice
porque no hay pico,
porque no hay pecho,
porque no hay canto.
Ahora mi canción mira.
Ahora mi canción tiene ojos.
Ahora mi canción vuela con pestañas.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Colibrí 9

Ardo canto.
Ardo pecho.
Ardo llanto.
Y mi canción dice que no me quede.
Porque hay más huellas de mordidas en toda la fauna terrestre.
Y mi canción dice que no me frene.
Ardo llanto.
Ardo pecho.
Ardo canto.

Colibrí 8

Me mordiste entre las alas.
Me mataste y no morí.
Me mordiste entre las alas.
Me quemaste y me consumí.
Me mordiste entre las alas.
Ardo.
Ardo pico.
Ardo plumas.
Ardo ojos.
Ardo canto.
Ardo.
Soy cenizas entre alas.

martes, 7 de agosto de 2018

Colibrí 7

Todo lo escurridizo que hay en mí se derramó cuando mataste.
Mataste y no temblé, pero temblaron los océanos de mis ojos.
Mataste y no temblé, pero temblaron los océanos de mis venas.
Mataste y no temblé, pero temblaron los océanos de mi alma.
Todo lo escurridizo que hay en mí se escapó cuando mataste.
Pero mataste y no morí.

lunes, 6 de agosto de 2018

Colibrí 6

Me puse entre tus fauces y no temblé.
La noche y tu avidez me hicieron luna.
Y dejé que alunizaras, entre cráteres.
Te puse entre mis cráteres y no temblé.
La noche y tu avidez me hicieron luna.
Y dejé que mordieras, entre fauces.
Clavaste esos dientes y no temblé.
La noche y tu avidez me hicieron luna.
Y dejé que mataras, entre alas.
Mataste y no temblé.

domingo, 5 de agosto de 2018

Colibrí 5

Me arrancaste tantos aullidos, lobo.
Mi naturaleza no aúlla, lo recuerdo.
Mis alas no saben ser caricias.
Mi naturaleza goza y se consume.
Me arrancaste tantos aullidos.
Va a doler. Sé ahora que va a doler.
Porque me puse a temblar en tus fauces,
a tu merced, con los ojos cerrados.
Porque me puse a temblar y no temblé.
Va a doler ferozmente. Y soy un colibrí.

sábado, 4 de agosto de 2018

Colibrí 4

Gritan mis alas, lobo.
Gritan tanto mis alas...
Pero no sabe gritar mi alma.
Enseñame, lobo.
Enseñame a aullar esta noche.
Quiero aullar entre goces.
¿Sabré besar, lobo?
¿Sabré acaso besarte?
Mi pico no quiere solo cantarte.
Desgarrame esta noche.
Quiero aullar entre goces.

Colibrí 3

Soy solo un par de alas que (se) erizan.
Pueden jugar al amor.
Pueden cubrirme los ojos.
Pueden hacer brisa.
Pueden cubrirme los ojos.
Pueden jugar a la brisa.
Pueden hacer el amor.
Soy solo un par de alas que gritan.

Colibrí 2

No podría acariciarte bien, lobo.
No podría saciar tu hambre tampoco.
Tu hambre es voraz.
Tu hambre es feroz.
Tu hambre es lunar.
Y soy solo una canción escurridiza.
Y soy solo un par de alas que (se) erizan.

jueves, 2 de agosto de 2018

Colibrí

El canto me ocupa todo el cuerpo, es verdad.
Igual que el alma...
Igual que el vuelo,
igual que las miradas.
El canto me ocupa todo el cuerpo...
Igual que el alma.
El canto me ocupa todo el vuelo.
Igual que las miradas.
El vuelo me ocupa todo el cuerpo,
el vuelo, el alma, pero...
Tengo las alas pequeñas, muy pequeñas...
No podría acariciarte bien, lobo.

viernes, 27 de julio de 2018

Ferocidad sensual

Quiero ser piel.
No piel a secas.
Piel entre tus garras.
Piel para tus fauces.
Piel debajo de tu deseo.
Quiero ser carne.
Una carne que te atraiga.
Que te condene.
Que te amanse hombre
y te goce fiera.
Quiero ser mujer,
llevarme tu sombra
para que gobierne mi hambre,
para que te haga fiel aullido a mis noches.
No te transformo.
Las sábanas nos vuelven hombre y mujer,
luna y lobo,
ferocidad sensual que monopoliza la no luz,
la oscuridad,
la más gimiente de las horas.

lunes, 23 de julio de 2018

No deseo

No. No es así.
Ya sabés que no.
No deseo tu cuerpo:
deseo tus reacciones,
deseo tus besos,
deseo tus caricias,
deseo tus sombras,
deseo tus expresiones de placer,
de gozo, de lujuria,
de deseo.
No deseo tu cuerpo,
ese deseo estático
que no fluye,
que no gime,
que no se agita,
que no se acuesta conmigo.
No deseo tu cuerpo:
deseo tu deseo.

sábado, 30 de junio de 2018

Que alcancen

Cuánta soledad hay en un abrazo que no te contiene,
en un abrazo que está lleno de buenas intenciones
y que, sin embargo, te queda tan pequeño como el mundo.

Cuánta soledad hay en un mundo que no te contiene,
en un mundo que está lleno de buenos abrazos
y que, sin embargo, te queda tan pequeño comos unos ojos.

Cuánta soledad hay en unos ojos que no te contienen,
en unos ojos que están llenos de buenos mundos
y que, sin embargo, te quedan tan pequeños como un abrazo.

Porque no es gigante tu dolor,
ni siquiera tiene volumen,
ni siquiera supera tu gramaje,
pero son oceánicas tus ganas de llorar
y no hay pañuelos,
ni abrazos, ni mundo,
ni ojos que alcancen.

lunes, 25 de junio de 2018

Lunares

Incluso si me escondiera, sabrías dónde encontrar mis lunares.
Estos cráteres de piel, esta condición de luna me delatan.
No quepo ya en un mundo que escape a tus ojos finitos.
No quepo ya en un mundo que cubra todos mis lunares.
No quepo ya en un mundo que no sea sábana de nuestra noche.
Estos cráteres de piel, esta condición de satélite me delatan.
Incluso si me escondiera, sabrías dónde encontrarme luna.

domingo, 17 de junio de 2018

A gajos

Te quiero a gajos, no a pétalos.
Te quiero a sabores, no a aromas.
Te quiero a jugos, no a colores.
Te quiero a sensaciones, no a ideas.
Y cuando te quiera a pétalos,
y te quiera a aromas,
y te quiera a colores,
y te quiera a ideas,
te seguiré queriendo a gajos.

martes, 5 de junio de 2018

A la orilla de mis ojos

A la orilla de mis ojos,
un hombre de canela aromatiza mi alma,
un hombre de canela sazona mi cuerpo,
un hombre de canela devora mis besos.

A la orilla de mis besos,
un hombre de canela aromatiza mi pecho,
un hombre de canela sazona mis caderas,
un hombre de canela alborota mi boca.

A la orilla de mi boca,
un hombre de canela aromatiza mis ojos,
un hombre de canela sazona mis pupilas,
un hombre de canela roba mis pestañas.

Y vuela.
Y sobrevuela todas las orillas.
Todas mis orillas.
Hasta encontrar tierra firme en mis pasos.

martes, 29 de mayo de 2018

Geminadas

Me seguís.
Todas las noches.
Todas las oscuridades.
Asomás, de repente, a mi mirada.
A mis ojos.
Y mis ojos dejan de ser ojos para reflejarte.
Para mirarte desde el reflejo.
Que les quepas es un milagro,
o tal vez no.
Tal vez el milagro sea
que te reflejes en mis ojos,
que todavía te reflejes en mis ojos,
cuando ya te habías duplicado,
cuando ya te habías partido,
cuando ya te habías geminado, luna,
para habitar mi cara.

domingo, 13 de mayo de 2018

No se me habia ocurrido (1)

No se me había ocurrido, en estos 21 años, pensar que mi concepción de la belleza tenía que coincidir con las otras. Cuando digo que la belleza física de una persona no me atraviesa, estoy diciendo que tu concepción de la belleza, que tu criterio para evaluarla y que los cánones actuales no me atraviesan.
No hay un solo cuerpo humano, porque el ideal de belleza es primordialmente humano, que no tenga por los menos un elemento estético canónico. Siempre habrá unos ojos, una nariz, unas formas, unos tamaños, unas texturas que emanen la belleza que nos dicen que deberían emanar para ser considerados hermosos.
No hay un solo cuerpo humano que, para mí, emane belleza como tal. La belleza no es inmanente a ese cuerpo. Ese cuerpo es necesario, porque en este plano no hay relaciones humanas sin cuerpos o sin extensiones accesorias a ese cuerpo (creadas por nosotros mismos), para que yo acceda a los pensamientos, a las acciones, a las palabras y a los sentimientos que le otorgan hermosura.
Tal vez haya una hermosura ideal e inalcanzable sensorialmente cuya porción más fiel sea la que estoy señalando. El canon y vos ven la porción de la porción, esa porción que a mí no me importa, que a mí no me interpela, que a mí no me atrae porque me parece que ni siquiera existe y que es tan solo una idea que se construye sobre ciertos cuerpos humanos como bien podría construirse sobre una mesa.
No se me había ocurrido, en estos 21 años, pensar que mi concepción de la belleza tenía que coincidir con las otras. Cuando digo que la belleza física de una persona no me atraviesa, estoy diciendo que quizá no exista, que quizá no sea el cuerpo lo que le dé verdadera vida porque, a veces y ahora, hasta ese necesario cuerpo pueda volverse prescindible.

viernes, 4 de mayo de 2018

Me jueves

Me jueves.
Desde aquel noviembre me jueves.
A veces, jueves más.
A veces, jueves menos.
Pero no deja de haber semanas.
Ni días.
Ni jueves.
No deja de haber noviembre.
Te no(vie)mbre o no te no(vie)mbre,
la vida también jueves.
Y jueves, sobre todo,
cuando no sé que es jueves,
cuando no sé qué es jueves,
cuando no sé que jueves.

domingo, 29 de abril de 2018

Pulpa

Mordés tus labios y los relamés.
Pelo lentamente un par de naranjas ante tus ojos.
Estás absorto. Apenas notás lo demás.
Te ofrezco las naranjas peladas.
Las tomás con las manos y no las desgajás.
Te miro, te miro casi encantada.
Hincás los dientes, despacio, y sorbés.
Las naranjas se mueven un poco.
Lamés el jugo que se escapa.
Las naranjas tiemblan.
Las sostenés con suavidad y las saboreás fascinado.
Te miro, te miro casi excitada.
Los gajos van perdiendo su forma entre tus labios y mi pulso.
Me mirás, me mirás encantado.
Ya solo queda pulpa en tus manos.
Ya solo queda pulpa en mis pechos.
La tragás sensualmente sobre mi pulso.
Y entonces volvés a empezar.

martes, 17 de abril de 2018

Pecado de omisión

A veces recuerdo fechas estúpidas. Fechas que no importan. Fechas que me sirven para que una persona note que me interesa.
Entonces, le escribo y le digo: "¿Sabés que hoy es nuestro primer aniversario de amistad?". Y logro que inaugure nuestro primer intercambio de "Te quiero".
Pero no me acostumbro a la idea de que me quiera. Por eso, una de las siguientes veces, una vez inesperada y repentina, en que me vuelve a decir "Te quiero", le respondo "Ídem". Y omito todo. Principalmente, el verbo. Pero esa persona intuye que me han superado los nervios y me perdona.
Me perdona tanto que se enamora de mí. Y nos prohibimos cometer el pecado de omisión. Porque el amor se dice íntegro o no se dice. Porque el amor se dice con sus verbos o no se dice. Los "Yo también" no se le parecen en nada.
Y cumplimos tanto esa regla que, cuando le digo "Te amo muchísimo" y no me contesta, me doy cuenta de todo. Pero no estoy en casa y me aguanto la anagnórisis. Entonces, llego para confirmar mis sospechas y para reaccionar de manera acorde a ese "darme cuenta de todo". Y empiezo a omitir, cada día, la esperanza de olvidar esos primeros "Te quiero" y esa implícita prohibición.

jueves, 12 de abril de 2018

El segundo cuerpo

No se nace un cuerpo, se llega a serlo. O no se llega a serlo. Tal vez se lo siente. O no. ¿Qué más da? ¿Qué es el cuerpo, más que una realidad fisiológica? ¿Qué es el cuerpo, al final, para condicionar la humanidad que traslada? ¿Qué es el cuerpo si no lo acompaña la percepción del sujeto viviente, sintiente, deseante, amante?
No se nace un cuerpo. Nos dicen que nacemos, que somos el cuerpo que tenemos. En todos los sentidos. Nacemos gordos o flacos. Somos gordos o flacos. Nacemos grandes o pequeños. Somos grandes o pequeños. Nacemos lindos o feos. Somos lindos o feos. Pero el cuerpo es la parte más voluble y efímera de nuestra existencia. ¿Cómo permitimos que nos digan que una realidad tan volátil sostiene nuestro ser?
No se nace un cuerpo. No se es un cuerpo. Estamos un cuerpo. Y tanto la mirada como la norma y el cuerpo mismo pueden cambiar. Por eso no se es un cuerpo. A veces estamos un cuerpo femenino, sí, pero somos una humanidad masculina. ¿A qué darle importancia?
En esta antigua dualidad, que todo el tiempo resurge y se recrea, es necesario que se respete esa realidad invisible e intangible. Porque es invisible y es intangible, pero se percibe, se escucha, se cuela en los besos, se escapa por los ojos, incluso se estornuda. Porque se grita. Porque se puede matar. Y, al matarla, solo se estará cuerpo, no se será nunca más.

domingo, 8 de abril de 2018

Llorá

Llorá.
Llorá desde los brazos.
Sollozá por los pies.
Lagrimeá con el vientre.
Llorá.
Llorá desde el pelo.
Gritá por las orejas.
Llanteá con el pecho.
Y no te escuches.
No te digas "No llores".
Lavate los ojos.
Lavate el alma, llorante.
Llorá.

domingo, 1 de abril de 2018

Besos de amor

Dicen varios cuentos que los besos de amor salvan.
¿Salvan? ¿A quién salvan? ¿Al besador? ¿O al besado?
¿Importa acaso? Besar salva siempre a los dos.
Besar por amor, solo por amor, salva siempre a los dos.
Besar por amor es amar, es querer salvar. Amar es salvar.
Y, a veces, salvar también es morir en una entrega generosa.
Besar por amor es amar, es querer salvar.
Amar es morir.
Y, cuanto más se ama, menos va pesando la muerte.
Y, cuanto más se salva, menos va pesando la muerte.
Y, cuanto más se besa por amor, menos va pesando la muerte.
Es decir, cuanto más se muere, menos va pesando la muerte.
Besar por amor es acceder a la idea de la muerte por amor.
Muerte simbólica, muerte física, muerte espiritual.
Pero por amor nunca simbólico, por amor siempre real.
Dicen varios cuentos que los besos de amor salvan.
¿Pero dicen esos cuentos cuántas formas de besar hay?

viernes, 30 de marzo de 2018

Bésame las pupilas

Bésame las pupilas, hasta impregnarlas de tu aliento,
bésame las pupilas, mímalas, acaricia mi corazón,
retírame las pestañas, apártame los párpados, lento,
empápame, hazme partícipe de la ceguera de la pasión.

Bésame estos ojos, los que llevo para ocultar el alma,
que sucumba el cuerpo entero durante el contacto;
cubre mis pupilas ahora, para desnudarlas mañana,
promete que las tocarás, que las someterás a tu tacto.

Bésame los iris, más oscuros que mi piel toda,
hasta erizarlos y endulzarlos con tu cálido sabor,
entonces, desciende, amante de la luna roja
y deshoja, besa, acaricia, conquista mi flor.

domingo, 25 de marzo de 2018

Besos por celular

Te quiero como si no hubiera nadie más en el mundo. Qué sintomático, ¿no? Porque el mundo está lleno. Mi mundo está lleno. Y te quiero como si fuera un páramo completamente olvidado. Pero es lógico: tu presencia, lejana y borrosa, desdibuja toda alrededor. Cuando estás cerca, las formas vuelven a formar.
Te extraño mucho. A veces, me olvido de que te extraño tanto. Las rutinas son así: viviendo lo que nos toca, nos olvidamos de lo más importante. Por eso me olvido de que te extraño. No me quejo, es sanador olvidar. Pero luego recuerdo y tal sentimiento regresa con una fuerza tal que me troza.
Quiero y extraño tus besos. ¿Por qué no te besé más?, me pregunto a menudo. ¿Por qué no te besé más cuando pude? Ahora, quiero tus besos. Ahora, extraño tus besos. ¿Tendré que conformarme? Los besos por celular no bastan. La suavidad de tus labios no puede recrearse. Ojalá vengas pronto para que te quiera, para que me beses, para que no te extrañe.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Atlas


¿Cuánto más que un hombre puede pesar otro hombre?
¿Y todos los hombres, con todas sus palabras y piedras?
¿Cuánto puede entregar un hombre y que todavía sobre?
Que sobre siempre y que nunca haya respuesta y vuelta.

¿Cuánto más que un hombre puede llorar otro hombre?
Y que los primeros hombros sigan ofreciendo litera.
¿Cuánto puede consolar un hombre y que todavía sobre?
Que sobre siempre y que nunca haya consuelo de vuelta.

¿Cuánto más que yo pueden pesar otras personas?
Y caer, gravemente, sobre todos los hombros que tengo.
¿Cuánto más puedo entregar y decir que sobra?
Que sobra siempre, que también falta y que ya no puedo.

lunes, 19 de marzo de 2018

Paredes

La amistad...
Escucho voces. Voces que me encierran. Voces que pretenden determinarme.
Entre el hombre y la mujer...
Condicionarme. Decirme a quién tengo que desear y por qué es natural.
No existe.
Hay voces. Voces que me rodean. Voces que me persiguen desde el prejuicio.
Es natural...
Desde la norma. Desde concepciones anticuadas y excluyentes.
Que se deseen.
Gritan voces. Voces que me acechan. Voces que quieren imponerse. O echarme.
¿Con ese escote vas a salir?
Tal vez destruirme. Y reconstruirme a su antojo. Ese antojo que me anula.
Puta.
Duelen voces. Voces que afinan. Voces que entonan una canción pasada.
¡Esa no es una actividad femenina!
Unos acordes molestos. Unas notas innecesarias.
¿Tenés novio?
Dibujan voces. Voces que cuentan una historia nefasta. Voces que crean.
Si no lo hacés, te dejo.
Y que, sin embargo, invisibilizan. O disfrazan y maquillan situaciones.
¡Los piropos mejoran tu autoestima!
Penetran voces. Voces que se constituyen como paredes. Voces que asfixian.
Arreglate, así le gustás.
Y que, lentamente, casi en silencio, una noche o quizás un día, te matan.

sábado, 17 de marzo de 2018

Claro de luna

Claro de luna, claro de mí,
dicen que necesito al sol
para conocerte,
para arrojarte,
para que dances
sobre mi amor.
Dicen que necesito al sol,
claro de luna, claro de mí,
para que bailes,
para que asombres,
para que borres
las penumbras de mis ojos.
Dicen, claro de luna,
claro de mí, que necesito al sol.
Vos ya sabés nuestro secreto:
que no hay danza que borre las penumbras,
si no nos amamos vos y yo
sobre mi amor.

martes, 13 de marzo de 2018

Casta y puta

Quizá no en las camas,
quizá no en las playas,
quizá tampoco en los cuerpos
tiranice.
Quizá no con las manos,
quizá no con los dedos,
quizá tampoco con los besos
tiranice.
Gobierno de otras maneras:
mi castidad se deshace
cuando acaricio
cuando muerdo
cuando eyacula
tu imaginación.

Pecho

Ella tiene el pecho grande, muy grande. Casi infinito.
A veces, parece que resultara seductor.
Es un pecho muy lindo y es también acogedor. Es suave, es tibio.
Late sereno y perdona.
Es un pecho que escucha. Es un pecho que llama.
Se mueve bellamente y contiene.
Es un pecho atractivo.
A veces, parece que resultara seductor.
Porque no es un pecho de madre.
Y, sin embargo,
después de desearlo,
nadie quiere más que reposar niñamente sobre él.

domingo, 11 de marzo de 2018

Ojona

En tus ojos mis ojos se vuelven los ojos que miran mis ojos.
Y son los ojos hermoseantes,
los ojos misericordiosos,
los ojos que ojonamente descubren el mundo,
y que ojonamente ven bello lo bueno
y ojean mis ojos
desde tus ojos donde se vuelven los ojos que ignoran mis ojos.

jueves, 8 de marzo de 2018

#8M

Qué ojos más grandes, más profundos, más sufrientes...
Qué ojos más voluptuosos, más fuertes, más gritones...
Qué ojos más valientes.
Qué ojos más abiertos.
Qué ojos más molestos.
¡Y esas pestañas, que se mueven por todas partes y te incitan a mirarlas!
Y a mirar las lágrimas, esos gotones enormes, que caen una y otra vez inundándome las frases y empapando mis ideas.
Y a mirar esos ojos que no dejan de mirarme, de mirarnos, de mirarlas.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Jueves negro


(Originalmente, "Miércoles negro")
Y un día se ausentaron todas las colores...
LA azul, LA rojo, LA lila, LA violeta, LA amarilla, LA verde...
Sí, un día se cansaron y se marcharon. Se cansaron de que los pinceles las usaran a su gusto y sin preguntar. Se cansaron de que los pinceles las usaran y las desecharan, como si no hubieran contribuido en el cuadro, como si no fueran una parte fundamental del cuadro que el gran artista había creado. Se cansaron de estar en la paleta, esperando al pincel. Se cansaron de que no abundaran los pinceles suaves y comprensivos. Y se marcharon.
LA rosa tomó la iniciativa y la siguieron LA rojo, LA violeta, LA azul, LA verde, LA amarilla, LA naranja... Una por una se escaparon de la paleta, de las cerdas ásperas de los pinceles, del cuadro... Un miércoles se escaparon todas juntas, cansadas, tan cansadas y tan juntas que en el lienzo no quedó nada. Por mucho que se esforzaran, por mucho que utilizaran los pedazos de color que les habían robado, los pinceles no pudieron combatir, ni remover la negrura del lienzo. Todas las colores se ausentaron.

Hablemos sin saber

Más allá de las contradicciones con que diariamente lidiamos e, incluso, nos encontramos en nuestros propios discursos, hay un fenómeno que es todavía más común entre nosotros, los seres humanos, y que, si bien a veces incurro en él, no puedo dejar de mostrarme crítica ante su frecuente existencia.
Históricamente, hablamos sin saber. Nos posicionamos en contra de unas ideas y a favor de otras porque no sabemos. Levantamos banderas y proferimos necedades porque no sabemos. Sostenemos el pensamiento más ridículo hasta las últimas consecuencias porque no sabemos. Acusamos porque no sabemos.
El gran problema es que hablar constituye un acto que no requiere maravillosas habilidades. Entonces, hablamos. Y, al hablar, dejamos en evidencia que no sabemos. Promovemos ideas erróneas y vamos fecundando, poco a poco, malos entendidos, falacias, atrasos...
Hoy, hablamos sin saber sobre el feminismo. Hoy, decidimos mancillar una causa justa porque es más fácil pronunciar palabras que informarse. Hoy, dejamos que nuestra ignorancia nos posea y nos permita distraernos del verdadero eje. Hoy, decimos que el feminismo es el machismo al revés o que las feministas son antihombres. Hoy, generalizamos y nos quedamos tranquilamente en casa. Hoy, hablamos así porque es más cómodo que salir a defendernos, a identificarnos, a dolernos, a cuidarnos.
Hablemos sin saber, como todos los días. Hablemos sin saber, mientras otros se preocupan por saber. Hablemos sin saber, mientras otros hacen más (mucho más) que hablar.

viernes, 2 de marzo de 2018

Si no escribo lo que siento...

Entre el pecho y la garganta,
censura.
Entre el pensamiento y los deseos,
censura.
Entre mis ojos y tus ojos,
censura.
No vamos a mirarnos nunca más.
Entre los ojos y la voz,
censura.
Entre los latidos y las palabras,
censura.
Entre mis labios y tus labios,
censura.
No vamos a besarnos nunca más.
Entre los labios y la fe,
censura.
Entre las lágrimas y los hombros,
censura.
Entre mis caricias y tus caricias,
censura.
No vamos a tocarnos nunca más.
Entre mis ojos y tus labios,
entre mis labios y tus caricias,
entre mis caricias y tus ojos,
nunca más.

jueves, 1 de marzo de 2018

Amor atragantado

De pronto, nada.
Un poco de viento, un montón de lágrimas, una pesadilla de noche entera.
Pero nada.
Casi sin palabras te sueltan la mano (el corazón).
Te sueltan y se te atora todo el amor,
amor proyectado a largo plazo,
entre la garganta y el alma.
Tosés.
Tenés mucho amor atragantado.
Tosés.
De pronto, nada.

sábado, 24 de febrero de 2018

Hija de la Luna

Dueña de unos ojos planetarios,
hacedora de unos besos solares,
invocándote deshago rosarios
en trozos, en pedazos estelares.

Dueña de unos ojos planetarios,
portadora de unos rasgos lunares,
buscándote desmido todos los radios
y recorro todas las zonas astrales.

Ay, Luna, Luna de ojos planetarios,
Luna hija, Luna bella, Luna mujer,
nacida de los romances más sabios,
excluida de todo hoy y de todo ayer;

Luna, Luna de calientes besos solares,
decime dónde encuentro tus cráteres;
Luna, Luna de suaves rasgos lunares,
pedime, Luna, que rellene tus cráteres.

viernes, 23 de febrero de 2018

Treintena lluviosa

¿Está mal?
No, no está mal. No puede estar mal. ¿Cómo podría estar mal?
Si me parece que lo necesita...
Porque puedo hacerle daño. ¿O no puedo hacerle daño? ¿Es tan dañino que le haga daño?
Si al fin y al cabo...
Entonces, ¿está mal?
No no está bien. Estoy segura de que de que está bien.
Pero no puedo decirlo bien.
Entonces, ¿está bien?
Supongamos que está bien... Si está bien, ¿por qué hace treinta días que mis ojos van desmigajándose en forma de signos de pregunta, en húmedos y salados signos de pregunta?
¿Y si no lo necesita? ¿Y si quiere mi dañino daño? ¿Y si dejo que decida?
¿Está bien?

Desbordar

Me desbordan.
Me cortan los hilos.
Me descosen la risa.
Me planchan.
Me desbordo.
Me deformo los hilos.
Me inconcluyo la risa.
Me plancho.
Y, desbordada,
sin bordar ya,
sin bordes ya,
me voy desbordando,
me voy derramando
fuera de mí.