sábado, 24 de febrero de 2018

Hija de la Luna

Dueña de unos ojos planetarios,
hacedora de unos besos solares,
invocándote deshago rosarios
en trozos, en pedazos estelares.

Dueña de unos ojos planetarios,
portadora de unos rasgos lunares,
buscándote desmido todos los radios
y recorro todas las zonas astrales.

Ay, Luna, Luna de ojos planetarios,
Luna hija, Luna bella, Luna mujer,
nacida de los romances más sabios,
excluida de todo hoy y de todo ayer;

Luna, Luna de calientes besos solares,
decime dónde encuentro tus cráteres;
Luna, Luna de suaves rasgos lunares,
pedime, Luna, que rellene tus cráteres.

viernes, 23 de febrero de 2018

Treintena lluviosa

¿Está mal?
No, no está mal. No puede estar mal. ¿Cómo podría estar mal?
Si me parece que lo necesita...
Porque puedo hacerle daño. ¿O no puedo hacerle daño? ¿Es tan dañino que le haga daño?
Si al fin y al cabo...
Entonces, ¿está mal?
No no está bien. Estoy segura de que de que está bien.
Pero no puedo decirlo bien.
Entonces, ¿está bien?
Supongamos que está bien... Si está bien, ¿por qué hace treinta días que mis ojos van desmigajándose en forma de signos de pregunta, en húmedos y salados signos de pregunta?
¿Y si no lo necesita? ¿Y si quiere mi dañino daño? ¿Y si dejo que decida?
¿Está bien?

Desbordar

Me desbordan.
Me cortan los hilos.
Me descosen la risa.
Me planchan.
Me desbordo.
Me deformo los hilos.
Me inconcluyo la risa.
Me plancho.
Y, desbordada,
sin bordar ya,
sin bordes ya,
me voy desbordando,
me voy derramando
fuera de mí.