el prisma de la lejanía
es piadoso y dulce:
cuanto más cerca
(incluso mi propio espejo)
más difuminada la belleza
sin embargo, existís vos
derrumbe de mis creencias
altar de mis dudas
para acercarte tanto
como dejan los electrones
¿cómo soy tan cíclope?
enredada en cada poro
tuyo, atrapada en cada
comisura tuya, caída en
cada borde tuyo
me rindo: tu belleza
no se va esfumando
en la nitidez de tu cara
que se acerca a mí;
se incrementa
tus ojos en los que nado
por espeso que sea el tiempo
son punto de partida y
son punto de llegada y
sobre todo son punto de retorno
las pecas de tus ojos
tus ojos pecaminosos
muestran cuánto camino
de ida y de vuelta
hasta sumergirme
esos ojos hierven conmigo
soy una sirena que no se evapora
dentro de este mar con pecas
sale un sol infinito y desafinado
y mi cola está cosida con lunas