lunes, 29 de marzo de 2021

Irreversible

Tengo una relación rara con la muerte. Me encantaría decir que me causa alivio pensarla porque todos los otros duelos se van callando. Pero no es así. No edulcora. No les resta peso. No me abraza la idea de que la muerte sea la peor separación. De hecho, me ocurre todo lo contrario.
Tengo una relación rara con la muerte. No es buena y no es mala. Me encuentra acostumbrada a su nombre. No deja de dolerme y tampoco digo que no le temo. Pero es irreversible, palpablemente irreversible. Y esa condición me regala un duelo fácil y con final pronto.
Tengo una relación rara, rarísima con la muerte. Es improbable que cuestione esa separación. Los corazones rotos frustran y me dejan la impresión mentirosa de que podríamos haber salvado lo que quedaba. Y es que la muerte del amor siempre parece más reversible que la otra. 

sábado, 20 de marzo de 2021

Pará

Pará.
No te escondas ni bajes la persiana todavía.
El mal trago de hoy no se detiene en el umbral.
Pero te doy mi abrazo como escudo de mil días
y a los oídos y en secreto te prometo mil días más.
Pará.
Dame la mano un segundo y no te agites tanto.
Ya sé, no puedo nada contra esta línea temporal.
Pero puedo ocultarte en mi pecho durante un rato
y durante otro rato más mirarte dormido y rezar.
Pará.
Estoy rezando una oración que late por tu bien.
Una oración que te tapa los oídos por esta noche.
Hasta mañana te impido que sigas siendo rehén.
Y mañana renuevo la promesa después de las doce.

sábado, 6 de marzo de 2021

Del tallo

Esta noche arranco versos,
versos del tallo que es mi pecho
para preguntarles si me querés,
para averiguar si te quedás,
para sospechar si me entendés
sin romper una flor
pétalo a pétalo,
no a sí, sí a no.

Esta noche arranco preguntas,
preguntas del tallo que es mi cintura
para responder que te deseo,
para confesar que te extraño,
para admitir que te quiero
sin romper una flor
pétalo a pétalo,
no a sí, sí a no.

Esta noche arranco silencios,
silencios del tallo que es mi cuerpo y medio
para quedarme calladita,
para mirarte calladita,
para abrazarte calladita
sin romper una flor
latido a latido,
sin romper mi corazón,
pétalo a pétalo.