Tragame, Tierra. No sepas tanto. No digas tanto. No calles tanto. Estoy cansada de usar los labios y no besar.
Tragame, Tierra. No pido mucho. ¿Qué te cuesta? Devolveme a la semilla. Dame de vuelta a mi ombligo de luna azteca.
Tragame, Tierra. Y escupime fuerte. Quiero que me escupas en esa cama que conozco poco y que quiero mucho.
A la Tierra también se le reza y yo te ruego que me tragues y que me escupas en esos brazos oxidados de no amarme.