Dice que todos los platos están rotos
Arroja versos veraces y tenebrosos
de los besos y abrazos violentos
Abandona así su cíclope cuerpo
y se pone de nuevo el otro ojo
Mira ahora también aquellos pozos
que devienen en montaña surgiendo
Y pretende hundirlos componiendo
voces que gritan y escupen en rojo
Mira ahora también a los pocos
que se agigantan corroyendo
Gira hacia los muchos deshechos
desvencijándose en hambre y solos
El pomelo tiene sabor a esos otros
que se queda en el paladar impreso
¡Hay poesía con sabor a pomelo!
Hay poesía que sí tiene dos ojos