Tus palabras pesan más que mi canto.
Soy un colibrí
que tiene
dos lunas atoradas
en la garganta.
No puedo cantar a lo alto.
Y, sin embargo, me escuchás.
Desde abajo me escuchás.
Buscando esas dos lunas me escuchás.
No puedo cantar a lo alto.
Soy dos lunas
que tienen
un colibrí atorado
en la garganta.
Tus aullidos pesan más que mi canto.
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