lunes, 3 de septiembre de 2018

Colibrí 15

Ojos de una segunda mirada,
abrazos que ya no pueden ser inocentes.
Tampoco es justa la condena.
Tampoco es justa la culpa.
Tampoco es justa la cadena.
Y tus brazos grandes llaman siempre
a estos ojos que te miran de nuevo.
Pesan más, como antes, que mis alas.
¿Me acercan? ¿Me acerco?
No pregunto. Es mutuo.
Ha sido mutuo infinitas veces.
Es tan mutuo esta segunda vez.
Y, entonces, las (tus) palabras.
Pesan más, como antes, que mi canto.

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