de todos los que elegí estar con vos
me quedo con las onomatopeyas:
tu piel de la mano roza
mi piel del vientre
y suena suave y lejos
tu beso de la boca roza
mi lóbulo de la oreja
y suena resbaloso y cerca
tu beso de la boca roza
mi beso de la boca
y suena en mis ojos.
Hay más onomatopeyas de mi cuerpo
cuando nos estamos gustando
que cuando pesadillo que te vas
y grito una angustia casi sin volumen.
Hay más onomatopeyas de mi cuerpo
cuando nos estamos compartiendo
que cuando te despido en la calle
y choco la pierna contra el molinete.
Hay más onomatopeyas de mi cuerpo
que cuando no sabía de vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario