a esa voz intrusa
que me susurra impune
que no me deseás
si mis fantasmas quinceañeros
están tejidos con memorias
de cuando nadie me miraba
y no suelen subsistir
pero hace poco tiempo
también me atropellaron
tal vez deseando mi cuerpo
tal vez despreciando
la invitación a amarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario