donde me estropeo y me exprimo
y las lágrimas ácidas me devoran
pienso poco en esa línea temporal
porque no termino en tus brazos
sino creyéndome una isla invisible
en esta línea temporal creo en Dios:
me despierto vestida con tus brazos
y la palabra milagro amanece también;
si no existe Dios y el nombre disfraza,
¿de quién soy yo la suertuda favorita
que te roba besares y certidumbres?
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