pero desde que te amo (no llegué tarde)
de mi cefalea brotó Afrodita, no Atenea
y nunca me consideré una chica sabia
porque amar me sorbe todos los ojos
les percude las retinas y los reflejos
sin embargo puedo decir que esta vez
mi Afrodita no necesita verte tanto
ni alzar el escudo meduso y macizo
mi Afrodita no tiene que prevenirme
ni dibujar efusivamente las señales
no hay alarma alguna porque vos
no te acercaste con mentiras ni vos
amenazás mi cama con insomnios
no soy una chica sabia e igualmente
sé cuándo por fin he llegado a casa
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