No dije "Te amo". Decir, no gritar, callar. Un debate interno. Un debate antiquísimo. Un debato que no quería que existiera. Y hubo, hubo todo el tiempo. Poder decir es no dudar. ¿De qué? De que habrá una respuesta, de que habrá valentía de vuelta. Pero latían más las dudas que los sintagmas delatores.
No dije "Te amo". Lo celebro. Dudar, callar, matar. Los sentires que no se dicen se mueren en una especulación. No poder decir es saber que no habrá sentires de vuelta. Yo elijo quién mata los míos: no decir es erigirme como autora del crimen. Ha latido más el "para mí" que el "para vos".
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