jueves, 14 de noviembre de 2019

Fénix 2

Tengo unos ojos apresurados por mirar el mundo.
Tengo un cuerpo excitado por tocar el mundo.
Tengo una calma que me late en el pecho.

Todavía no sé a quiénes obedece o no atiende mi voz.
Todavía no sé a quiénes besarían o ignorarían mis labios.
Todavía hay una calma latente en mi pecho.

Me arropan los poemas de amores en que no creo.
Me arropan unas caricias que no me rozan siquiera.
Me arropa esta calma latiéndome en el pecho.

De la calma renace esa mujer suave que supo antes ser colibresca. De la calma renace ese corazón amante que supo antes ser colibresco. De la calma renace esa calma que supo antes ser colibresca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario