se tejieron una noche abrileña
entre la tilde de tu nombre
y la fecha de tu nacimiento
y yo no tenía brújula alguna
ni mapas para buscarme
pero cuando pude ver el río
lo reconocí y no busqué más
la orilla estaba frente a vos
hecho de pastos húmedos
y la oscuridad de mis ojos
se hizo brújula de pecho
no con agujas, sino latidos
desafiando todo talle así
haciéndose escuchar así
hasta que me viste entera
parecía totalmente al revés
pero vos me viste antes
hechizándome la brújula
y la brújula movió mis ojos
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