la segunda vez que lo dijiste
ninguno sospechó la primera
y sin embargo estamos aquí
reunidos para celebrar: ¿qué?
celebrar el peligroso acto de fe
que es no parar el reloj dorado
darse cuenta tres años después
cuando me nombrás y te miro
pensando que mi nombre era
un nombre distinto al que decís
pero yo te miro igual y respondo
hablás conmigo y no tengo dudas
pero qué distinto era mi nombre
antes de que me amaras vos
No hay comentarios:
Publicar un comentario