pero no había agua
nunca habría agua
en Egipto también
habría vivido
de sed
la sed fue espuma
que pude enjuagarme
de los ojos y la boca
la maldición rota
me devolvió a mi mar
dejando atrás las momias
la maldición rota
momificó a quien no pudo
ser dios ni convocarlo
ya no vivo de sed
ahora vuelvo a vivir
de agua dulce
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