sábado, 2 de marzo de 2024

180

no doné
quince minutos míos
a la espera:
un ciento ochenta
como una estrella fugaz
vino una vez a tiempo;
estoy viajando
en el deseo de alguien
que también soy yo
porque pide que tus ojos
no sean fugaces
ni me dejen estaqueada
en una parada casual
a la que llegarían
cuando ya hubiere elegido
un sesenta y tres

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