miércoles, 23 de enero de 2019

Colibrí 42

Y entonces tu abrazo.
Sucedió tu abrazo.
No esperé tu abrazo.
"No sabía que los lobos...",
dije.
"No sabía que abrazaran".
Se escapó una sonrisa
de tu boca a tus ojos,
de tu hombre a tu bestia.
Y en silencio comprendimos.

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