y sin embargo todavía no se inventó
una palabra igual pero más cristalina
lo que enmudece tanto es inefable
obliga a conformarse con asíntotas
como estremecer, romper, preferir
y a mí sinceramente no me salva
pero de repente digo tu nombre
o te narro una fantasía demediada
y sé que esa palabra no es necesidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario