Y estas noches de fantasías que extasian y acarician convierten en necesidad los alaridos pedigüeños de mi cuerpo. Que quepan esas escenas en tu cama o en la mía o en todos los sitios amantes que habitemos por un momento y que deshabitemos solamente tras satisfacciones. Que quepan esas escenas donde se reúnan mis deseos y tus deseos. Que quepan esas escenas donde se posean tu experiencia y mis empeños.
Ojalá sepan pronto mis rasguños y mis caricias invocar eficazmente tus mordidas y tus besos. Y me sacien. Y te sacien. Y sacien este infortunio de quererte tanto de tan lejos y con tanta voracidad de luna sensual y de mujer torpemente voluptuosa. Y compensen tantas horas fantaseando entradas henchidas y desbordes gritados. Y premien tantas soledades bien aprovechadas disfrutando el recuerdo que te pone debajo de mí y sonriente.
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