domingo, 26 de julio de 2020

Il nostro incontro può essere un palcoscenico

Las sábanas de esta mañana delatan que te soñé otra noche más. De nuevo estuvimos haciendo siluetas de pasión contra la luz del sol que se cuela por las ventanas y que te permite ver cuánto cambia mi cuerpo al desearte. No podría mentirte. Esa piel dice: Quedate, le das sentido a mi tibia existencia. Cuando estás cerca. Esa piel dice: Tocame, que hay que ganarle a la tibieza. Cuando me contagiás el calor. Esa piel dice: Soy tuya, no por propiedad, sino por alquimia. Cuando tus besos y tus manos y tus dientes y tan solo tu mirada la alteran y la trastocan irreversiblemente.
Y estas noches de fantasías que extasian y acarician convierten en necesidad los alaridos pedigüeños de mi cuerpo. Que quepan esas escenas en tu cama o en la mía o en todos los sitios amantes que habitemos por un momento y que deshabitemos solamente tras satisfacciones. Que quepan esas escenas donde se reúnan mis deseos y tus deseos. Que quepan esas escenas donde se posean tu experiencia y mis empeños.
Ojalá sepan pronto mis rasguños y mis caricias invocar eficazmente tus mordidas y tus besos. Y me sacien. Y te sacien. Y sacien este infortunio de quererte tanto de tan lejos y con tanta voracidad de luna sensual y de mujer torpemente voluptuosa. Y compensen tantas horas fantaseando entradas henchidas y desbordes gritados. Y premien tantas soledades bien aprovechadas disfrutando el recuerdo que te pone debajo de mí y sonriente.

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