jueves, 31 de octubre de 2019

¿Cuántos?

Se me desgajan los amores, el corazón y hasta los temores. Duermo. Pesadilla. Duermo. Pesadilla. No duermo. Pensamientos agolpados y un terror inmenso mantienen mis pupilas reveladas.
Y lloro y grito porque duele, porque quema, porque me estoy resquebrajando. ¿Cuántos océanos podrían caberme? ¿Cuántos, entre la que todavía cree y ama y la que ya se rinde, la que ya se dobla, la que ya se derrumba?
Y lloro y grito y beso esa almohada que tampoco puede quererme. Y me doblo como un tríptico, pegando la cara a las rodillas para esconderle la vergüenza a la soledad. ¿Cuántos, entre la máscara y la verdad?
Se me desgajan los humores, la razón y hasta los honores. No duermo. Pesadilla. Duermo. Pesadilla. Ahora temo dormir y temo estar despierta. ¿Cuántos, entre la durmiente y la lúcida?

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