jueves, 30 de enero de 2025

Amar a un monstruo

¿Amar a un monstruo
qué acto es?
No sé si lo exija
mi sangre piadosa
o tal vez sea una rebelde
que prefiere un amor
deforme e indigno.

¿Amar a un monstruo
qué acto es?
No sé si lo enseñe
una misericordia bíblica
o tal vez me carcoma
una culpa más enorme
que una vergüenza.

¿Qué opinaría Dios?
Tanta fe hizo del amor
un sinónimo de perdonar.

Ahora sé que no está mal
amar a todos los monstruos
excepto a los que gobiernan.

jueves, 23 de enero de 2025

Miedo

Esta palabra también
puede ser un monstruo.

Es
un bálsamo sin frasco
una luminaria poderosa
un fondo para el escondite eterno.

Pero en otro diccionario
puede ser un monstruo:

"quiero que no me priven
de privarlas
de privarlos
de privarte".

¿Qué palabra puede sonar como agua
o rugir como un monstruo?

Esta ambigüedad
nos percude
nos confunde
nos embauca.

Hay libertades que son trampas
hay libertades que alivian y
hay libertades que dan miedo.

No muerto

un poema es un monstruo
una poeta profana una tumba honda
no hay muertes
no hay vidas
pero hay sed

un poema pide sangre
una poeta tiene cuello y venas y dolor
la sangre da
más vida
que el agua

un poema no es un vampiro
una poeta exhuma palabras y silencios
no hay muertes
hay sangre
hay sangre invisible

un poema ha sido un vampiro
una poeta ha sido autora del ritual
acunó sus ojos
incendió su corazón
llenó su boca de flores

descansa en paz
(vuelve a quedar oculto
tras haberse manifestado)
ha sorbido y ha esparcido
soledades suficientes

miércoles, 22 de enero de 2025

Cumpleaños

quisiera cumplir años
el mismo día que vos
y haberlo descubierto
en una tercera charla
por una mención
espontánea e insulsa
que anule las palabras

quisiera haberme asombrado
por cumplir años el mismo día
que vos

pero no me asombré
porque no hay tal coincidencia

sábado, 4 de enero de 2025

Vampiro

 No sé si es la primera vez
que este sol macera
el almíbar de mi juventud.

Nunca sentí la amenaza
de una vida que olvidé
al estrenar la muerte.

Hasta que me viste
y tus ojos me volcaron
un lamento centenario.

Mi sangre se bate
el lamento la envejece
y la obliga a renacer.

¿Qué mujer no tiene un siglo
un sarcófago y un principio
entre las piernas?

La noche que te dejé amar
hasta terminar sepultado
sorbiste mucho más.

Tuve que volver a nacer
para que hubiera una segunda copa
de una sangre confundida.

¿Te amé o mi cuello desprevenido
y tus dientes intencionados
actuaron de labios igual?

Mi sangre busca el agujero
quiere ser un cuerpo afuera
y penetrarte otra noche.

Sin embargo, antes de que el sol
se comprimiera en tu nombre
exagerado y blasfemo:

yo elegí
mi mano izquierda eligió
mi dedo anular eligió.

No debiste despertar este año.
Un deseo ancestral no significa
nada para un amor virgen.

Quiero mi primera sangre
para una noche sin mordida
en una cama roja y nupcial.

Ese hombre no vuelca lamentos
en mis ojos; canta y mi sangre
ya no quiere encarnarse.

¿Qué mujer no tiene un beso
una ceremonia y un final
entre las piernas?

Conde, tu nombre
envenena mi boca
y arruga el sol.

Tu beso da más dolor
que placer; tu beso es
un pálido eclipse azul.

Soy una novia rosa y hay
un altar que me convoca
existiendo por mi sí.

Tu amarre me aleja, pero
un amor secuestrado no es amor
un amor poseído no es amor.

Soy una novia rosa y hay
un novio que nos persigue
insistiendo por mi sí.

La noche quiere morderme
y tal vez yo me mate en tus brazos
delante de una estaca enamorada.

Tu beso da más dolor
que placer; tu beso es
un pálido eclipse azul.

No hay cuento de hadas:
su beso de amor verdadero
será impotente y necrófilo.

Moriré en tu esófago
porque tu beso funesto
también será impotente.

Mi calma voluntad clama
por un lecho nupcial con él
o una mortaja solitaria.

No derrames mi sangre
bebé más allá de la saciedad
como siempre has querido.

No quiero revivir otra vez más
ni tampoco quiero que él vea
un cadáver desprolijo.

Soy una novia desnuda y hay
un altar que me convoca
debajo de la tierra.